
La música ranchera retumbaba al norte de Querétaro. Era sábado por la noche cuando, en el bar Canta Corazón, un antro conocido por su ambiente de fiesta, la canción “Vete con ella vida” fue interrumpida por una pelea a golpes protagonizada por el exgobernador queretano, Francisco “Pancho” Domínguez Servién.
Fue en cuestión de segundos cuando la celebración cambió de tono y un celular grabó apenas 25 segundos de caos: un hombre de cabello entrecano, camisa clara y rostro crispado lanzaba golpes y patadas contra otro cliente.
En la escena se observaba a una mujer de pelo rubio gritar con desesperación para que los separaran, mientras dos hombres, con porte de escoltas, sometían a un tercero. El exmandatario, lejos de apartarse, seguía dando manotazos en medio de la pista iluminada por luces de neón.
Estas imágenes bastaron para que la polémica explotara, se volvieran virales y, en cuestión de horas, acapararan los titulares de los portales noticiosos en las redes.
Los gritos, la música y la figura de un exgobernador peleando en un bar popular se mezclaban en un retrato incómodo. Los clientes pedían a los guardias que intervinieran, otros más intentaban grabar con sus teléfonos, pero la realidad es que el escándalo ya estaba servido: un político que gobernó Querétaro hasta 2021 protagonizando una riña en un antro.
Fue hasta el 31 de agosto a las 8:54 de la noche cuando el propio Domínguez decidió romper el silencio. Se pronunció en sus redes sociales y reconoció que sí era él quien aparecía en el video, escribiendo textualmente el siguiente mensaje:
“El fin de semana, en un establecimiento, una mujer de nuestro grupo fue agredida en medio de una riña entre terceros. Al percatarme de que había sido lastimada, intervine para protegerla. Rechazo firmemente toda forma de violencia contra las mujeres”.
Llamó la atención su manera de referirse al lugar como “un establecimiento”, evitando decir que se trataba de un bar. También aseguró que ya existe una denuncia presentada ante la Fiscalía de Querétaro y subrayó que su compromiso es “con el respeto, la legalidad y la justicia”.
Sin embargo, las imágenes mostraban algo distinto: un exgobernador de 58 años participando activamente en un pleito, no solo apartando a su grupo como había narrado.
Ese mismo 31 de agosto, los administradores del Canta Corazón difundieron un comunicado en el que respaldaron lo dicho por Domínguez. Confirmaron que en medio de la riña una mujer fue agredida y aseguraron que el personal actuó de inmediato para atenderla. También agregaron que se interpuso la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General del Estado y reafirmaron que el establecimiento reprueba la violencia y mantiene su compromiso de ofrecer un espacio seguro.
La contradicción desató varias incógnitas: si la riña era entre terceros, ¿por qué decidió meterse? ¿Por qué no apartó a los suyos? ¿Por qué insistir en golpear a alguien sometido por los guardias? El discurso de héroe se enfrentaba a la crudeza de la grabación.
El episodio en el Canta Corazón es solo el más reciente en otras confrontaciones que acompañan a Pancho Domínguez.
En 2006, como diputado federal, fue grabado en el Congreso pateando al perredista Faustino Soto Ramos durante una sesión.
En 2012, ya en el Senado, sostuvo fuertes roces y enfrentamientos con legisladores priistas en discusiones de reformas.
Para 2020, ya siendo gobernador, retó públicamente a golpes al diputado priista David Penchyna.
Además, un año más tarde, se enfrentó a golpes con el también exmandatario José Calzada Rovirosa, días antes de la toma de protesta de Mauricio Kuri.
Un historial que refleja su estilo político marcado por el choque y la confrontación.
Además de estos pleitos, Domínguez ha enfrentado escándalos de mayor calado. En 2019 fue vinculado al caso Caja Libertad, por presuntos nexos con el abogado Juan Collado, acusado de fraude. En ese entonces negó cualquier relación y calificó esas acusaciones de “irresponsables y hasta de risa”.
Ese mismo año, en el caso Odebrecht, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, lo señaló como beneficiario de sobornos para aprobar la reforma energética. Según Lozoya, Domínguez llegó a presionar y exigir hasta 50 millones de dólares por voto. El panista volvió a rechazar las acusaciones de manera tajante, pero dejaron una huella difícil de borrar.
Francisco Domínguez ha construido su vida en Acción Nacional. Fue diputado federal de 2006 a 2009, senador de la República entre 2012 y 2015 y gobernador de Querétaro de 2015 a 2021. Aunque su paso por el gobierno estatal fue reconocido por proyectos de infraestructura y dinamismo económico, también fue altamente criticado por problemas de seguridad y divisiones políticas que marcaron su sexenio.
Hoy, sin un cargo público, se mantiene activo en la vida interna del PAN. Ha mostrado interés en seguir en la política nacional, pero cada nuevo escándalo lo arrastra a un mismo lugar: la polémica.
Hasta ahora, la Fiscalía General del Estado de Querétaro no ha precisado el avance de la denuncia ni las consecuencias legales. El caso permanece en la opacidad institucional, mientras las imágenes siguen circulando y acumulando críticas.