
A través de un comunicado, la ONG explicó que los autores de estos crímenes son miembros del grupo terrorista Al Shabab, también nombrado Estado Islámico de África Central, es una secta yihadista que ha brovocado la muerte de al menos dos mil 600 personas y ocasionado el desplazamiento de 670 mil.
Save the Children entrevistó a algunos desplazados, quienes contaron que el publo donde habitaban fue atacado y le prendieron fuego a las viviendas.
“Cuando todo empezó yo estaba en mi casa con mis cuatro hijos. Intentamos escapar al bosque, erso se llevaron al mayor y lo decapitaron. No pudimos hacer nada porque nos hubieran matado también a nosotros”, explico una mujer de 28 años llamada Elsa.
Por su parte, Amelia, de 29 años, mencionó que después de que mataros a su hijo de 11 años comprendieron que el pueblo ya no era seguro, por lo que se vieron obligados a huir, no obstante, en otra aldea donde se refugiaron, días después comenzaron a atacar ahí también.
Por su parte, Chance Briggs, directo de Save the Children en Mozambique, dijo que “los informes de ataques a niños nos enferman hasta la médula. Nuestro personal ha llorado al escuchar las historias de sufrimiento contadas por, madres en los campos de acogida”.
Esta no sería la primera vez que se tiene registro de personas decapitadas en la zona, ya que en noviembre de 2020, el comandante general de la policía, Bernardino Rafael, advirtió que cortaron las cabezas de al menos 20 jóvenes.
“Las decapitaciones forman parte de una estrategia para sembrar el terror, para extender el sentimiento de que el gobierno ha abandonado a la población”, dijo Briggs.
Estos actos de violencia incrementaron en 2020, ante esto el Ejército estadounidense comenzará la formación de miembros de las Fuerzas Armadas Especiales.