
Muy buenas noches a todas y a todos.
A todos los directores y directoras normativas, los titulares de unidad que están hoy aquí, coordinadores y absolutamente a todos los trabajadores del Seguro Social desde los camilleros, hasta los directores de hospital, las enfermeras, los enfermeros, toda toda la gente que conforma esta extraordinaria familia del IMSS.
Hoy estamos regresando a esta tradición, 30 años ya tiene de tradición el árbol del IMSS de Reforma. Hay otro árbol en Reforma más allá que está medio avergonzado ante la belleza del nuestro. No voy a decir cual porque se escucha hasta el Senado y luego pueden echarnos pleito, pero sin duda es una extraordinaria tradición.
Y es una tradición que llega en un momento adecuado, hace rato tuvimos un Consejo, la última sesión de Consejo Técnico, por eso quiero agradecer también que nos acompañen aquí consejeros y también desde luego nuestro Secretario General, porque nuestra familia es muy grande y en las familias grandes siempre hay tradiciones y una de estas es sin duda el encendido del árbol.
Encendemos muchas veces luces para iluminar un camino oscuro para pedir milagros, para pedir por causas difíciles, encendemos luces también a veces por los que ya no están, pero también encendemos luces porque les vaya mejor a los que aquí nos quedamos, encendemos luces también y hoy, sobre todo para darnos un respiro porque el día de hoy este motivo del juguete, de lo lúdico, de volver a jugar, se presenta en una institución para la que no ha sido un juego los últimos 21 meses de vida.
Nunca hemos puesto en juego la salud de las mexicanas y los mexicanos, derechohabientes y no derechohabientes que hemos atendido, y por eso es justo, es necesario que nos demos ese respiro. Ese respiro para celebrar la vida, para celebrar la salud, para celebrar también a las familias de nuestra familia, a las familias de ustedes que forman parte de la familia del IMSS.
Es una oportunidad a ser niñas, a ser niños otra vez, y a buscar en ese sentimiento lo mejor de la naturaleza humana. Y vaya que hay juguetes, por ahí hay un trompo que justamente encontré un haikú. Esta poesía japonesa que Octavio Paz desarrolló, que dice: “cada vez que lo lanza, cae justo en el centro del mundo”; y tiene que ver con esta vinculación de las niñas y los niños con sus juguetes, que se convierten en el centro del mundo.
Y vaya que nosotros estuvimos en el centro del mundo, en el centro del huracán, pero salimos y salimos adelante. Están también este tren de madera extraordinario, un tren de carga y de pasajeros como el tren de responsabilidades y trabajo. Y un tren que para mí significa nuestro recorrido permanente por todo el país, para saludar a nuestras compañeras y compañeros del Seguro Social en cada rincón de la República.
Y Lele la muñeca tan representativa que ya es una embajadora más de nuestro país. Lele significa bebé en lengua otomí, y a mí me encanta porque de alguna manera es una muñeca que significa también la resistencia de nuestras tradiciones frente a las finas muñecas europeas de porcelana y después, obviamente, de plástico, en cada casa mexicana hay una Lele de arcilla, de palma, de cabellos de maíz y curiosamente no era, no nació como una muñeca, nació como un artilugio de suerte que protegía a las niñas y a los niños de los malos espíritus.
Por eso hoy tenemos tantas Leles que nos auguran un 2022 de buena suerte y de mejores horas.
Éstas que están hechas atrás con trapo, a mano, por mujeres de San Ildefonso Tultepec y de Santiago Mexquititlán, en Querétaro, se han convertido en las embajadoras de la buena esperanza.
Y quiero saludar y felicitar y que le demos un aplauso a Silvia Pascual; Silvia Pascual fue la artesa que elaboró estas muñecas con tela de cambaya y listones de colores.
Muchas gracias, Silvia. No sé dónde está, pero le damos un aplauso con mucho afecto.
Y agradecer también a Mauricio Hernández, al doctor Mauricio Hernández Ávila que ha tenido siempre esta iniciativa por ir buscando nuevos motivos para reunirnos y hay para celebrar estas fiestas.
Es la tercera vez que me corresponde. El primer año, en 2019, curiosamente compartíamos aquella historia de la tregua de Navidad en la Primera Guerra Mundial en 1914.
No sabíamos que íbamos justamente a enfrentar la guerra y la batalla más grande que ha enfrentado el Seguro Social.
Y en 2020 algunos recordarán que nuestro árbol era una alegoría huichol del venado azul y esa leyenda hablamos de ella en soledad; en una soledad en días muy difíciles, pero nunca nos habíamos sentido tan acompañados, porque nunca hay que olvidar que en esos días ya estaban aquí los de Operación Chapultepec, que ha sido uno de los momentos más emocionantes por lo que significó, una familia que realmente se preocupa del otro y va y ayuda y pregunta qué más puede hacer por el de al lado cuando está en necesidad.
Nunca habíamos estado tan solos, pero nunca nos habíamos sentido tan acompañados.
Y hoy encendemos este árbol por cada uno y cada una de los 483 mil trabajadores, trabajadoras del Seguro Social y por todas, todas sus familias, por esas horas que les hemos robado, por esos días que han enfrentado con enorme esmero la adversidad.
Encendemos el árbol por esas horas difíciles, pero lo encendemos también pensando en las horas por venir.
Por eso ahora lo que les deseo es, no solamente un merecido descanso, sino un orgullo descanso, no hay horas que más se disfruten de sueño que después de tener la satisfacción del deber cumplido.
Una reflexión profunda y estoy seguro que serán ustedes el centro de conversación de las mesas de Navidad y de las Posadas y del Año Nuevo y de todas la fiestas, y que ustedes puedan decir orgulloso, que forman parte de una familia que se dedicó los últimos meses a salvar al país.
Es un deber cumplido y por eso este árbol se enciende el día de hoy con el reconfortante anhelo de un 2022 mejor, más seguro y mucho más social.
Y me di a la tarea de hacer una búsqueda por todo el país para traer a dos encendedores profesionales de árboles, Julia y Camilo, no fue fácil, tenían otros compromisos pero los convencí a venir y ellos nos van a ayudar a hacer el conteo de 10 a 1 y después apretamos el botón. Ok.
Pues 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1…