
De acuerdo con el diario español ‘El País’, el Club de Corresponsales Extranjeros en China (FCCC por sus siglas en inglés) ha dado a conocer la situación que atraviesan los medios puesto que, además de la expulsión de los corresponsales, se ha aumentado la presión en contra de las fuentes y reporteros chinos que son empleados por los medios.
Durante su informe anual, el FCCC declaró que ningún corresponsal ha informado que las condiciones para poder realizar su trabajo hayan mejorado, puesto que “todas las armas del poder del Estado se utilizaron para hostigar e intimidar a los periodistas, sus colegas chinos y a aquellos a los que buscaron para entrevistar”.
Entre los periodistas que fueron expulsados se encuentran corresponsales de ‘The New York Times’, ‘The Washingotn Post’ y ‘The Wall Street Journal’, dicha medida se tomó luego de que el gobierno de Estados Unidos, el cual en ese momento encabezaba Donald Trump, ordenara la salida de periodistas chinos. De igual manera, dos periodistas de Australia decidieron abandonar dicho país asiático luego de que funcionarios del Ministerio de Seguridad del Estado decidieran interrogarlos, con esto, Australia se quedó sin corresponsales en China. Tras estos eventos, el FCCC declara que esta ha sido la “mayor expulsión de reporteros extranjeros desde los tiempos de la matanza de Tiananmen, hace más de 30 años”.
Asimismo, en el informe se menciona que el uso de los visados como táctica de presión hacia aquellos reporteros que son considerados como “díscolos” ha ido en aumento, los corresponsales señalan que han recibido el permiso de residencia con una validación menor a un año, siendo uno de cada seis que obtiene el visado con una validez de uno a tres meses.
De igual manera los trabajadores con nacionalidad china se han visto afectados, puesto que legalmente estos no pueden ejercer como periodistas en medios extranjeros, ante esto, son acusados de traicionar a su patria.
El 88% de las fuentes de los corresponsales tuvo solicitudes rechazadas de entrevistas puesto que las personas a entrevistar “no tenían autorización para hablar con la prensa extranjera”, un año antes del informe, el porcentaje era del 76%.
El aumento de las condiciones en el periodismo extranjero se ha vivido durante la pandemia derivada del Covid-19, lo cual ha llevado que estas empeoren, la lucha contra el virus se ha utilizado como un vía para poder controlar a los reporteros, pues los nuevos sistemas de vigilancia y controles de movimiento que fueron impuestos en la nación también se emplean para imponer límites a los reporteros.
Con información de: El País.