
La escritora señaló que su novela no se trata de hacer una crítica, sino de retratar la realidad, “cuando la estaba escribiendo de repente me reía, después sentía pena de haberme reído porque sabía que me estaba riendo de historias documentadas, de personajes reales”.
Berman contó que su novela se basa en una historia que le sucedió a ella cuando trabajaba en una de las mayores televisoras del país, donde hay alrededor de 180 mil trabajadores, al inicio de la pandemia la Organización Mundial de la Salud ordenó cerrar las empresas no esenciales, además el gobierno implementó la misma medida, sin embargo, el dueño de dicha empresa decidió que sus trabajadores "darían la cara al virus".
“El HDP decide que nosotros somos la excepción y que vamos a dar la cara al virus, y yo me detengo y digo ‘cómo que vamos a dar la cara al virus, yo no me quiero morir’. La razón es muy evidente, el consorcio no cierra porque perdería mucho dinero y después descubre que si no cierra está haciendo el negocio de su vida”, comentó.
Mencionó que en medio de dicha decisión estaban los 180 mil trabajadores, por lo que comenzó a tomar nota de lo que sucedía y comienza a platicar con trabajadores que si no obtienen su salario se mueren de hambre, en contraste con los ejecutivos que ganan 500 mil pesos quincenales, por lo que la gran mayoría decidió quedarse en la empresa.
Cuando la escritora decidió renunciar, comenzó a revisar sus notas y se dio cuenta de que parecía una novela.
“Hacer la novela me da licencia de entrar al sistema nervioso del sistema, que es eso, la religión del dinero, lo que te hace ganar dinero es bueno, lo que que hace perder dinero, es malo, por lo tanto, lo buenos son los ricos, y en contraste los malos son los pobres”, explicó.
Respecto a su salida de TV Azteca, Berman comentó que no quería ir a trabajar de manera presencial debido a la pandemia que atraviesa el país, por lo que pidió estar desde casa, sin embargo, se lo negaron, “dije no, no sólo quiero preservar mi vida, sino que no quiero ser cómplice de un esquema como el que está sucediendo y me fui”.
“Espero que quien lea la novela se pregunta si no está inserto o inserta en una pirámide semejante, y si no le está vendiendo la vida al dinero, y más estupidamente, al dinero de otra persona, porque los HDP son estos señores de la cima de las pirámides que se llevan una ganancia exagerada, que lo que sus altos ejecutivos, esos que cobran 500 mil pesos quincenales, es nada, con cacahuates, eso lo ganan los HDP en 10 minutos y creo que ganan mucho más”, puntualizó.