
La Fiscalía General de Puebla y la Comisión de Derechos Humanos de la entidad han comenzado con las investigaciones, luego de que la asociación civil Reinserta denunciara el caso.
Denuncia del hallazgo del cuerpo
Un interno del penal fue el que encontró el cuerpo del menor en un contenedor de basura al momento de estar buscando botellas de plástico. La asociación civil Reinserta denuncia el hallazgo el 14 de enero.
De acuerdo con Saskia Niño de Rivera, presidenta de Reinserta, el bebé tenía una incisión en el abdomen, “nos hace pensar que ese niño fue usado para ingresar droga al penal”.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exigió el 15 de enero que se realizara una investigación “amplia, integral y exhaustiva”, asimismo, pidió que se refuercen los controles de vigilancia, revisión e ingreso al penal.
El 18 de enero la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla pidió a la CNDH no intervenir en las investigaciones, señalando que los planteamientos realizados por el organismo “mal informan a la sociedad y transgreden a la autonomía de los organismos locales”.
Ante esto, el 19 de enero la CNDH emitió un comunicado en donde señala que no ha ejercido la atracción del caso, así como niega que realice alguna investigación al respecto, sin embargo, reiteró su llamado para que se realice la investigación integral y exhaustiva con la finalidad de que se esclarezcan los hechos y se pueda dar con los responsables de la muerte del menor.
#CNDH es respetuosa del actuar de los organismos estatales de #DerechosHumanos.#DefendemosAlPueblo pic.twitter.com/Nnq3A60CAa
— CNDH en México (@CNDH) January 19, 2022
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, señaló que la Fiscalía está investigando el caso, por lo que espera que “pronto” anuncie resultados como dónde nació y dónde murió el niño, así como la manera en la que llegó al reclusorio.
Es que es un asunto muy grave, va a aparecer mucha porquería en todo esto (…) y la vamos a dar a conocer una vez que esté acreditado todo”.
El Cereso de San Miguel, en Puebla está ubicado en el kilómetro 2.5 de la carretera Camino al Batán.
De acuerdo con ‘Milenio’, este cuenta con una capacidad máxima de 2 mil 100 internos, sin embargo, tiene una sobrepoblación del 40% pues se contabilizan más de 3 mil reclusos hombres y al menos 350 mujeres.
Este tiene varios señalamientos por un déficit en seguridad y control, el 6 de diciembre un interno fue golpeado hasta morir por otros de sus compañeros que buscaban extorsionarlo. Una semana antes se desató un motín en el dormitorio L.
La CNDH informó que los fines de semana de 2019 la prisión realizaba “celebraciones” con autorización de las autoridades penitenciarias, en estas se prostituía a las internas.