
Ayer se presentó en el Auditorio Nacional con gran éxito Dimash Kudaibergen fue Ocesa el encargado de traer a este joven de 30 años, de Kazajistán, a este gran recinto pero ¿porque causa tanto revuelo?.
Dimash ha cantado en 14 idiomas y toca más de una docena de instrumentos, tiene estudios universitarios de música clásica y contemporánea.
Con solo 6 años ganó el concurso nacional de piano Aynalayin y así fue ganando experiencia y trayectoria en diversos concursos de canto del país y eso no fue todo, porque, decidió cruzar fronteras con gran éxito, triunfando en países como Bielorrusia o China.
Su voz es reconocida por abarcar siete octavas, al nivel de Mariah Carey y, aunque le ofrecieron un puesto en la Ópera de Astaná, prefirió apostar por una carrera en la música contemporánea, en donde mezcla elementos clásicos y música tradicional kazaja con música pop.
Otro punto clave han sido los Dears, así es como se hacen llamar sus seguidores quienes le han mostrado su apoyo y han facilitado su llegada a Latinoamérica y ahora, a CDMX pues busca seguir cruzando fronteras y alcanzar el éxito, también, en Estados Unidos.
El triunfo de Dimash Kudaibergen en el Auditorio Nacional no es solo un éxito para él, sino una confirmación del poder de la música como un lenguaje universal. Este evento demuestra que la calidad artística y el talento genuino trascienden las barreras culturales y geográficas. Es fascinante ver cómo un artista de Kazajistán, que domina múltiples idiomas e instrumentos, ha logrado conectar tan profundamente con el público mexicano.
Este fenómeno resalta el papel crucial que juegan las comunidades de fans, como los Dears, en la promoción y el éxito de los artistas en un mundo globalizado. Su pasión y dedicación no solo facilitaron este concierto, sino que también abren el camino para que la música y la cultura de lugares menos conocidos lleguen a nuevos públicos, enriqueciendo el panorama artístico global con sonidos y talentos únicos.