
Este domingo la los diputados desecharon la Reforma Eléctrica, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La votación en lo general quedó con 275 votos a favor, 223 votos en contra, 0 abstenciones. Donde estuvieron presentes 498 diputados.
Se necesitaban 332 votos a favor para la mayoría calificada por lo que la 4T estuvo a 57 votos.
#ÚltimaHora Se desecha el dictamen por el que se reforman los artículos 4, 25, 27 y 28 de la Constitución Política, en materia de energía y de acceso a la energía eléctrica. #ReformaEléctrica pic.twitter.com/Q2umrPdum1
— Cámara de Diputados (@Mx_Diputados) April 18, 2022
¿Pero qué hay detrás de esta reforma, beneficia o perjudica a los mexicanos?
Para empezar, son tres artículos (4, 25, 27 y 28) lo que se están cambiando donde se tienen los siguientes objetivos: fortalecer a la CFE y garantizar la soberanía energética del país.
1.- Otorgar a la Comisión Federal de Electricidad prioridad para que sea quien genere la mayoría de electricidad en el país y que limitaría la inversión privada.
2.- Eliminar órganos reguladores autónomos que son los encargados de garantizar la libre competencia entre la CFE y otras empresas que producen electricidad.
Como en toda ley, hay quienes están a favor y en contra, de acuerdo con especialistas en la materia, esta ley tendría varios perjuicios. En primer lugar hay quienes aseguran que aumentarán los costos de la electricidad en el país, sobre todo para el sector industrial y comercial.
Hay especialistas que aseguran que estos objetivos planteados por el gobierno no se lograrían y en cambio regresarían a México a un modelo energético como el de la década de los años 60 donde la energía la generaba el gobierno, no existían los reguladores y no existía el concepto de energía limpias, de acuerdo con la organización Energía para el Futuro.
Esta organización indica que al ser la CFE la mayor productora de energía se dejaron de lado las plantas modernas de la IP que usan energías limpias como el sol y el aire, y se usarán las plantas viejas que trabajan con carbón, diésel y combustóleo.
“Por eso los expertos sostienen que la reforma impediría que México alcance las metas de sustentabilidad y energía limpia, deteriorando además la calidad del aire y la salud de la población”, indica la org.
“Al darle prioridad a plantas viejas, con tecnología obsoleta, los costos de producción y venta de la electricidad se dispararían. El mismo Laboratorio Nacional de Energía Renovable de Estados Unidos, ha calculado que el costo de generación de energía en México subiría hasta en 52%. Estos son costos que se terminarían pagando o con nuestro recibo eléctrico o con nuestros impuestos, y que – como todos los productos y servicios necesitan electricidad- tendría un efecto inflacionario general en la economía”, indica.
“Esto tendrá un profundo impacto en el mercado, ya que los costos de electricidad probablemente aumentarán porque las plantas de diésel y de combustóleo se despacharán antes que otras tecnologías de generación más limpias y baratas”, señala Acclaim Enegry.
“Está claro que la reforma energética propuesta reduciría las opciones de suministro de electricidad para los usuarios finales y asignaría valiosos recursos para mantener tecnologías de generación obsoletas y costosas lo cual conlleva un impacto ambiental y social significativo”, agrega Acclaim Energy.
En el discurso del gobierno, el presidente asegura que esta reforma favorecerá a los mexicanos con precios más justos que impulsará el desarrollo del país y minerales como el litio.
Además ha indicado que la reforma Energética de 2013 no ha cumplido con la mayoría de las promesas y proyectos por lo que con esta nueva reforma el ámbito eléctrico será un “área estratégica a cargo del Estado desde la generación, conducción transformación, distribución y abastecimiento”.
“Que todos los mexicanos sepan por qué nos conviene la reforma constitucional, por qué le conviene al pueblo. Hay quienes no quieren porque a ellos les beneficia el marco legal actual, lo que fue la llamada reforma energética que favorece a un puñado de empresas, a los potentados, a los que se sentían dueños de México, a costa del sufrimiento de la mayoría de la gente”, indicó el presidente Andrés Manuel.
Por su parte, Rocio Nahle, secretaria de Energía dijo que con esta reforma se retirarán contratos que dañan en gran medida a las finanzas de la CFE.
“Se cambiará el despacho de la electricidad: primero serán las hidroeléctricas porque constituyen la energía más limpia, constante y barata; en segundo lugar, la energía nuclear, seguido de la geotermia, las energías eólica y solar, el gas y el carbón”, dijo Nahle.
Con las reformas a los artículos 25, 27 y 28 el gobierno regulará la generación, distribución y abastecimiento de energía eléctrica por lo que el Estado será quien aproveche los recursos naturales para llevar esto a cabo, además de trabajar en la reducción de emisiones de gases y componentes de efecto invernadero a través de políticas científicas e industriales.
En el artículo 28 se establece que la CFE será quien genera el 54 por ciento y las empresas privadas el 46 por ciento, para así garantizar tarifas de luz que estén por debajo de la inflación.
“El presidente cada mes vigila que las tarifas no sean por arriba de la inflación para cuidar la economía familiar”, dijo Nahle.
Sobre el litio, dijo que será el Estado quien explote este recurso y agregó que no se otorgarán concesiones. Agregó que las concesiones mineras que ya han sido otorgadas por el gobierno continuarán sin embargo indicó que dichas concesiones no amparan la explotación y producción del litio.
En una publicación de Forbes también muestra las opiniones a favor de expertos de la materia como Héctor Cuapio, representante del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, Nicolás Domínguez, vicepresidente de la Sociedad de Ingenieros Hispanos Profesionales y Manuel Ornelas, jefe de Oficina de Medición y Servicios en CFE.
Ellos han indicado que actualmente las empresas privadas acaparan la generación de electricidad y de continuar así la CFE solo tendría el 16 por ciento de la generación en el 2030.
También indican que la CFE dejará de subsidiar a empresas privadas por unos 215 mil millones de pesos que pierde en dejar de despachar energía y unos 222 mil millones de pesos al comprar energía a particulares.
Aseguran que esta reforma regulará el decir energético y evitará que la concentración económica del mercado esté manos de unas cuantas empresas o grupos.