
La mañana de Yom Kipur en Manchester, que debía ser un día de recogimiento y oración, se convirtió en escenario de un atentado sangriento. Un hombre embistió con su vehículo a quienes se encontraban en los alrededores de la sinagoga Heaton Park y, acto seguido, descendió armado con un cuchillo para atacar a los presentes.
El ataque comenzó alrededor de las 9:30 horas. La violencia fue inmediata: dos personas murieron y al menos tres resultaron gravemente heridas antes de que la policía llegara al lugar y abatiera al agresor. En total, la secuencia no duró más de diez minutos.
El papel del guardia de seguridad
La tragedia pudo haber sido aún mayor. El atacante portaba un chaleco con explosivos y trató de ingresar al interior del templo. La acción del guardia de seguridad, que se enfrentó a él a costa de su vida, junto con la reacción de varios fieles, impidió que cruzara las puertas de la sinagoga. Esa resistencia inicial fue clave para frenar el asalto hasta la llegada de los agentes, que acudieron en apenas siete minutos tras la primera llamada de emergencia.
El cuerpo del agresor permaneció varias horas en la calle. Los artificieros revisaron los explosivos y realizaron una detonación controlada para neutralizar cualquier riesgo adicional.
Investigación y primeras medidas
La Policía del Gran Manchester confirmó que el atacante fue abatido en el lugar y que hay dos detenidos relacionados con la investigación. Aunque se conoce la identidad del agresor, todavía no ha sido revelada. El ataque ha sido calificado oficialmente como acto terrorista.
El gobierno británico convocó un gabinete de crisis y ordenó reforzar la seguridad en las 454 sinagogas registradas en el país. El refuerzo llega en un contexto de creciente hostilidad contra la comunidad judía, que en el Reino Unido suma cerca de 300 mil personas, principalmente en Londres y Manchester.
Reacciones políticas y sociales
El primer ministro Keir Starmer interrumpió su visita a Copenhague y regresó de inmediato a Londres. Desde Downing Street condenó el atentado, lo calificó de “horrible” y expresó solidaridad con las víctimas y con la comunidad judía.
El rey Carlos III manifestó su “profunda consternación” y envió condolencias a los familiares.
Raphi Bloom, miembro del Consejo Representativo Judío del Gran Mánchester y fiel de la sinagoga de Heaton Park, describió el clima actual como un “tsunami de odio” que afecta a los judíos británicos desde los atentados de Hamas en Israel en 2023 y la posterior guerra en Gaza.
Una mañana interrumpida por la violencia
Los vecinos escucharon una fuerte detonación mientras la zona era acordonada. La policía insistió en que no hay riesgos adicionales para el público, aunque pidió a la población mantenerse alejada del área.
El atentado de Manchester recordó la vulnerabilidad de los lugares de culto frente a la violencia extremista. En pleno Yom Kipur, el día más sagrado del calendario judío, la comunidad quedó marcada por el miedo, la pérdida y la certeza de que el odio puede irrumpir incluso en los momentos de mayor espiritualidad.