
El AIFA cumple hoy un año y llegó la hora de hacer un corte de caja. El aeropuerto nació como un capricho político. Arrancó operaciones cuando apenas estábamos saliendo de una pandemia y con la degradación de categoría por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos. Acumula 14 mil 500 operaciones en sus primeros doce meses de vida, una cifra que al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México le toma solo 14 días en cubrir. El Felipe Ángeles ha sido un laboratorio para la 4-T, un prueba y error de cómo hacer megaproyectos. AMLO propuso al AIFA como un reemplazo del proyecto del aeropuerto de Texcoco alegó una y otra vez que era por corrupción en la obra. Sin embargo, hasta hoy no hay ni una sola denuncia por el tema. La cancelación del aeropuerto de Texcoco se hizo a través de una consulta “patito”, pero tuvo efectos una vez que López Obrador llegó al poder echar a la basura el proyecto del NAIM terminó costando 113 mil millones de pesos, según la Auditoría Superior de la Federación a ese costo hay que agregar también la deuda de cuatro paquetes de bonos con valor nominal de 4 mil 200 millones de dólares y los intereses a pagar hasta el 2047. AIFA: UN AÑO SIN LEVANTAR VUELO | EDITORIAL DE ADELA MICHA