Dentro del ajuste presupuestal aprobado por el Instituto Nacional Electoral (INE), el Consejo General avaló un recorte del 46% a los recursos asignados para el funcionamiento de las oficinas de los representantes de partidos y del Poder Legislativo, lo que provocó reacciones adversas entre los partidos durante la sesión.
El presupuesto inicial de 117.7 millones de pesos destinado a estos rubros incluía fondos para “Actividades administrativas y sustantivas de oficinas centrales” y “Apoyos financieros a partidos políticos y consejeros del Poder Legislativo”. Mientras el segundo rubro quedó sin modificaciones con 1.4 millones de pesos, las actividades administrativas sufrieron un recorte de 54.7 millones, afectando los salarios del personal y otros gastos operativos.
Víctor Hugo Sondón, representante del PAN, calificó de “preocupante” el ajuste presupuestal, argumentando que los partidos son fundamentales para el funcionamiento de la institución electoral. Señaló que este tipo de medidas podría afectar la operación y pidió igualdad de condiciones en las decisiones.
Juan Miguel Castro, de Movimiento Ciudadano, criticó que no se garantizó el derecho de audiencia a los partidos antes de implementar los recortes. Indicó que si se les hubiera consultado, habrían ofrecido alternativas para evitar estas reducciones.
Esteban Martínez, de Morena, insinuó que el ajuste tenía tintes de represalia, al observar que las áreas con menores recortes pertenecen a las consejerías electorales y la presidencia, mientras las oficinas de partidos y legisladores enfrentan recortes significativos. “Parece más un mensaje que una medida de austeridad”, declaró.
Fernando Garibay, del Partido Verde, también expresó su descontento, mencionando que se había asegurado previamente que no habría afectaciones para las oficinas de los partidos. Agregó que el recorte compromete la estructura electoral prevista en la Constitución y pidió reconsiderar la medida para proteger los derechos laborales de los empleados afectados.
El debate reflejó la inconformidad de los partidos políticos, artífices de anteriores recortes al INE, con las decisiones tomadas en esta ocasión, dejando al descubierto las tensiones entre las representaciones partidistas y las consejerías del instituto.