También se ha señalado que, más que garantizar la seguridad, esta iniciativa hará que aumenten las detenciones arbitrarias, sobre todo, entre los grupos más vulnerables de la población, como los pobres, las mujeres y los indígenas, que con frecuencia son arrestados injustamente o entre los opositores al régimen. Debemos reconocer que es un problema muy complejo. Pero México tiene que encontrar una mejor estrategia para combatir la impunidad y la violencia, sin violar los derechos humanos.