La información más reciente de los migrantes, es que llegaron al municipio de Huixtla, en Chiapas. En su mayoría son familias con niños. También hay adultos mayores. Como si no fuera suficiente con abandonar sus países de origen debido a la extrema pobreza, la crisis de violencia y los conflictos políticos, los migrantes se enfrentan al desafío de atravesar caminando todo el territorio nacional, gastando todos sus ahorros y enfrentándose a la trata de personas, al crimen organizado y a las malas condiciones sanitarias; al calor, la humedad, las lluvias y las sequías. Todo con el objetivo de llegar a Estados Unidos, donde, muy probablemente, los espera una deportación. Y lo más grave de todo es que, cada vez, ante las elecciones de Estados Unidos, esta crisis humanitaria no sólo parece lejos de resolverse, sino que, incluso, puede esperarse que empeore.
Todo apunta a que el destino de estas personas, y de muchas más en el mundo, se juega, repito, entre dos nombres… Donald Trump y Kamala Harris.