
De acuerdo con medios locales, el cuerpo del dirigente fue localizado dentro de su vehículo, en el tramo que conduce a la comunidad de Los Tepetates. La Fiscalía General del Estado de Michoacán confirmó que ya se abrió una carpeta de investigación por el homicidio y desplegó personal en la zona.
Fuentes de seguridad señalan que Bravo Manríquez había sido privado de la libertad el domingo 19 de octubre por un grupo armado en una zona de influencia del Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG), organización criminal vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El líder citricultor había denunciado en repetidas ocasiones las extorsiones que sufren los productores de limón por parte de grupos delictivos que operan en Tierra Caliente, así como la falta de condiciones de seguridad para el trabajo en el campo.
Apenas tres días antes de su asesinato, Bravo publicó un mensaje en su cuenta de Facebook en el que exigía a los tres niveles de gobierno acciones concretas para proteger al sector limonero de Apatzingán, al que calificó como “una actividad productiva golpeada por la crisis, la inseguridad y la especulación”.
“En el Valle de Apatzingán, los productores de limón mexicano vivimos una crisis profunda que no se resuelve con discursos ni con gestos simbólicos. Exigimos acciones concretas y coordinadas que protejan nuestra actividad productiva y la economía de toda la región”, escribió.
El mensaje, firmado por la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán A.C., pedía al Poder Legislativo impulsar una “ley anti-coyotaje” que garantice precios justos y estabilidad económica para los productores.
“De nada sirven las despensas ni los apoyos sociales si no se atienden las causas estructurales. La verdadera solidaridad se construye con políticas públicas firmes y duraderas que permitan alcanzar una paz verdadera y sostenible en nuestra región”, añadía el comunicado.
Tras conocerse el hallazgo, el Gobierno Municipal de Apatzingán lamentó profundamente el asesinato y expresó su solidaridad con la familia de Bravo Manríquez, condenando “cualquier acto que atente contra la vida, la paz y el bienestar de nuestra gente”.
“Pedimos a las autoridades competentes el pronto esclarecimiento de los hechos y justicia para quienes han sido víctimas”, señaló el comunicado oficial publicado en sus redes sociales.
El homicidio de Bernardo Bravo Manríquez profundiza la crisis de violencia que vive el sector agrícola en Michoacán, particularmente en la región de Tierra Caliente, donde las extorsiones, los cobros de piso y los enfrentamientos entre grupos criminales continúan afectando la economía local.
Hasta el momento, las autoridades estatales no han reportado detenciones relacionadas con el caso.