No digo todo esto, de ningún modo, para estigmatizar a las niñas y adolescentes que se convierten en madres, al contrario, creo que en México hace falta seguir trabajando para garantizar proteger a las mujeres que ya son madres. Y, también, para erradicar la violencia, la falta de oportunidades y la marginación que le antecede y les sucede a los embarazos de las menores de edad. Este no es un problema de la izquierda contra la derecha… Ni tampoco puede reducirse a un debate entre los “provida” y los “pro-aborto”. Es un asunto de salud y de desigualdad, que no puede negarse, y que requiere de manera urgente una solución integral. Porque las niñas, las adolescentes, las mujeres y sus hijos tienen y tenemos el derecho a una vida plena.