Corea del Sur bajo ley marcial: ¿Qué implica y por qué se decretó?
El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol declaró este martes la ley marcial de emergencia, una medida que busca enfrentar lo que describió como “amenazas de las fuerzas comunistas” de Corea del Norte y eliminar elementos internos considerados antiestatales.
“Declaro por la presente la ley marcial de emergencia para salvaguardar a una Corea del Sur liberal”, afirmó Yoon en un mensaje televisado, que rápidamente generó polémica en el país.
La ley marcial, según el Código de Líber, otorga a las fuerzas armadas el control temporal de la administración de justicia y el gobierno, suspendiendo derechos civiles y aplicando leyes militares. Aunque es una herramienta utilizada en casos extremos, como guerras o rebeliones, se espera que sea administrada bajo principios de justicia y humanidad.
En Corea del Sur, esta medida no se veía desde 1987 y permite toques de queda, arrestos sin orden judicial, y otras restricciones diseñadas para mantener el orden. Sin embargo, también implica la suspensión de derechos civiles fundamentales y libertades, lo que ha generado temores sobre su impacto en la democracia.
La decisión de Yoon llega en un contexto de tensión política y crecientes desafíos internacionales:
El presidente justificó la ley marcial como una herramienta para proteger el orden democrático y eliminar amenazas internas. “Erradicaré las fuerzas antiestatales lo más rápido posible y normalizaré el país”, aseguró.
La medida ha polarizado a Corea del Sur:
La ley marcial tiene un pasado controvertido en Corea del Sur. La última vez que se declaró, en 1979, culminó en la masacre de Gwangju, donde el ejército reprimió violentamente protestas prodemocracia, dejando cientos de muertos.
Mientras Yoon busca estabilizar el país, sus detractores advierten que la ley marcial podría profundizar las divisiones políticas y sociales. La comunidad internacional observa de cerca, especialmente considerando las crecientes tensiones con Corea del Norte y su reciente pacto con Rusia.
El futuro de Corea del Sur bajo esta medida dependerá de cómo el gobierno maneje esta crisis, balanceando la seguridad nacional con los derechos civiles.