El icónico actor estadounidense Peter Greene falleció el 12 de diciembre en su domicilio ubicado en Nueva York, información que fue confirmada por su representante Gregg Edward. Hasta el momento las autoridades no han dado a conocer la causa oficial de su muerte.
De acuerdo con fuentes policiales, los servicios de emergencia acudieron a la vivienda del actor alrededor de las 3:25 de la tarde hora local luego de recibir un reporte. Al arribar al lugar encontraron a Greene inconsciente y tras una revisión médica fue declarado sin vida.
Peter Greene nació en Montclair, Nueva Jersey, en 1965 y construyó una carrera sólida en el cine durante la década de los noventa, donde se convirtió en un rostro reconocido por interpretar villanos y personajes intensos que dejaron una marca en el cine de culto y en producciones comerciales. Su presencia en pantalla se distinguió por una mirada intimidante y una energía que lo llevó a encarnar criminales, policías corruptos y antagonistas memorables.
Antes de consolidarse en Hollywood, Greene inició su formación en el teatro alrededor de los 25 años, experiencia que fortaleció su estilo interpretativo. Ese camino le permitió trabajar con directores de renombre como Quentin Tarantino y Guy Ritchie.
El punto más alto de su carrera llegó en 1994 cuando participó en Pulp Fiction, dirigida por Quentin Tarantino, donde dio vida a Zed, uno de los villanos más perturbadores y recordados del cine moderno. Ese mismo año apareció en La Máscara interpretando a Dorian Tyrell, antagonista central de la historia protagonizada por Jim Carrey, papel que amplió su reconocimiento a nivel internacional.
A lo largo de su trayectoria también participó en diversas producciones cinematográficas y televisivas, manteniéndose activo principalmente en el cine independiente durante los últimos años, con apariciones más discretas en televisión y alejándose de los grandes reflectores sin abandonar su vocación actoral.
Su representante Gregg Edward lo describió como un actor excepcional y una figura muy respetada dentro de la industria al señalar que fue uno de los mejores actores de reparto y que trabajó con numerosas figuras del cine. Al momento de su fallecimiento, Peter Greene se encontraba involucrado en dos proyectos, entre ellos un documental relacionado con la retirada de fondos del gobierno federal a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lo que confirma que continuaba activo profesionalmente hasta sus últimos días.