Las recientes inundaciones provocadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en Valencia han tenido efectos devastadores en la salud pública de la región, tanto para los afectados como para los voluntarios que participan en las labores de rescate y limpieza. Las autoridades sanitarias han reportado un aumento en los casos de enfermedades transmitidas por el agua y el contacto con ambientes contaminados, destacando enfermedades como la gastroenteritis y la necesidad de vacunación contra el tétanos. Sin embargo, la mayor preocupación de las autoridades es la posible aparición de casos de leptospirosis, una enfermedad bacteriana grave que se transmite principalmente por el contacto con aguas contaminadas con la orina de animales infectados.
La leptospirosis es una infección causada por la bacteria Leptospira, que tiene una alta prevalencia en zonas con agua estancada, como las que quedan tras inundaciones. En este contexto, la bacteria se propaga rápidamente debido a la acumulación de agua en zonas agrícolas y en lugares como la Albufera de Valencia, que están siendo particularmente afectados por las inundaciones. La presencia de animales infectados, como ratas, perros, cerdos y otros animales domésticos y silvestres, aumenta el riesgo de transmisión de la enfermedad.
Las autoridades sanitarias han alertado sobre los peligros del contacto con aguas estancadas, ya que es en este tipo de entornos donde la bacteria encuentra un ambiente propicio para su propagación. Las ratas son especialmente responsables de la transmisión, ya que son los principales reservorios de la bacteria, especialmente en situaciones de lluvias intensas o inundaciones. La gran cantidad de animales desplazados por las aguas puede facilitar aún más la propagación de la leptospirosis.
El modo de transmisión de la leptospirosis es a través del contacto directo con agua, alimentos o suelos contaminados con la orina de animales infectados. Aunque el contagio de persona a persona es raro, los brotes de leptospirosis suelen producirse en contextos de emergencias climáticas, cuando las personas están más expuestas al agua contaminada. Los síntomas de la enfermedad incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), malestar general, y en algunos casos, hemorragias internas, insuficiencia renal y arritmias. En su fase más grave, la enfermedad puede evolucionar al síndrome de Weil, una forma severa que puede ser mortal si no se trata adecuadamente.
Hoy queremos hablaros de prevención y abordaje de la leptospirosis, una enfermedad bacteriana que puede aparecer en las zonas de Valencia afectadas por las inundaciones por la DANA 2024😷🦠 Recuerda preguntar a tu enfermera en caso de dudas👨🏽⚕️👩🏻⚕️ #dana #leptospirosis # enfermeras pic.twitter.com/aMI4JrHeo5
— AEC +S (@AECTUIT) November 9, 2024
El diagnóstico de leptospirosis requiere una combinación de pruebas clínicas, serológicas y epidemiológicas. La identificación de anticuerpos específicos en sangre y el aislamiento de la bacteria son fundamentales para confirmar la infección. Por esta razón, las autoridades han instado a la población y a los voluntarios a tomar precauciones especiales durante las labores de limpieza y rescate, recomendando el uso de ropa de protección, como guantes y botas impermeables, para evitar el contacto con aguas contaminadas.
El periodo de incubación de la leptospirosis puede variar entre 5 y 14 días, aunque en algunos casos puede llegar hasta 30 días. Esta característica hace que el diagnóstico temprano sea complicado, ya que los síntomas pueden parecerse a los de otras enfermedades, como la gripe o el dengue. Sin embargo, la detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para evitar complicaciones graves.
El aumento de los casos de leptospirosis y otras enfermedades infecciosas en la región de Valencia pone de manifiesto la importancia de tomar medidas preventivas durante y después de los desastres naturales. La rápida intervención de las autoridades sanitarias y la colaboración de los ciudadanos y voluntarios son esenciales para controlar la propagación de estas enfermedades y proteger la salud pública.
Las autoridades también están llevando a cabo campañas de vacunación contra el tétanos, ya que el contacto con objetos contaminados y el agua estancada aumenta el riesgo de lesiones que pueden ser una puerta de entrada para esta bacteria. En este contexto, las vacunas, junto con las medidas de higiene adecuadas, son fundamentales para evitar brotes adicionales.