
Penske rechaza redada migrante con camión usado como señuelo
El operativo fue filmado por reporteros de Fox News el pasado miércoles 6 de agosto. En las imágenes se observa cómo 16 personas fueron detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en una redada encubierta que, según declaraciones oficiales, fue planeada como parte de la “Operación Caballo de Troya”.
El vehículo utilizado por los agentes portaba el logotipo de Penske Truck Rental, una empresa privada de alquiler de camiones. La reacción de la compañía no tardó: a través de un comunicado público, Penske negó rotundamente haber autorizado el uso de sus unidades para fines migratorios y exigió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dejar de utilizar su flota en este tipo de acciones.
“Nuestros camiones no están diseñados ni autorizados para transportar personas en el área de carga”, señaló la empresa en su mensaje oficial. “Solicitamos al DHS eliminar el uso inapropiado de nuestras unidades en operativos de esta naturaleza”.
Un operativo disfrazado
La redada se llevó a cabo en el estacionamiento del Home Depot de Westlake, una zona conocida por ser punto de encuentro diario para trabajadores migrantes. Muchos de ellos ofrecen servicios por jornal desde primeras horas del día, esperando ser contratados para labores de construcción, mudanza o jardinería.
Testigos entrevistados por el Los Angeles Times declararon que el camión llegó antes de las 7:00 a.m. Un hombre descendió de la cabina y, hablando en español, dijo que necesitaba trabajadores. Cuando varios se acercaron, la trampa se activó: los agentes del ICE, ocultos en la parte trasera del camión, salieron corriendo y comenzaron a realizar arrestos.
Las personas detenidas fueron subidas al mismo vehículo con el que se ejecutó el operativo. Todo quedó documentado por cámaras de televisión.
Pese a restricciones judiciales
La operación ocurrió a pesar de que, en julio, una corte federal de California ratificó un fallo que prohíbe las “patrullas itinerantes” del ICE en siete condados, incluyendo Los Ángeles. La resolución judicial prohíbe expresamente redadas sin causa probable y establece que toda persona detenida debe tener acceso inmediato a asesoría legal.
Pese a ello, la acción fue ejecutada con cobertura mediática, y bajo el argumento —según voceros del DHS— de que se investigaba la presencia de miembros de la pandilla MS-13 en el área.
“Caballo de Troya”: entre estrategia y provocación
El nombre del operativo fue revelado por Gregory Bovino, jefe de operaciones de la Patrulla Fronteriza de California, quien compartió el video en sus redes sociales bajo el título “Operación Caballo de Troya”. La referencia a la famosa táctica militar griega fue vista por muchos como un intento de celebrar una estrategia que, en la práctica, equivale a un engaño institucionalizado contra personas vulnerables.
En el video difundido se observa a los agentes portando equipo táctico. Uno de ellos, con sombrero vaquero, lidera el avance. Algunos migrantes intentan huir. Otros son sometidos en el piso.
Condena desde Los Ángeles
La alcaldesa Karen Bass se pronunció públicamente en contra de la redada y acusó al gobierno federal de actuar sin coordinación ni notificación previa. En entrevista con medios locales, afirmó:
“Estos operativos desestabilizan familias, comunidades y negocios. En Los Ángeles trabajamos por la inclusión y la justicia. Este tipo de acciones van en sentido contrario”.
Ni el ayuntamiento ni la policía de la ciudad fueron informados del operativo. La única notificación llegó cuando el video ya circulaba en televisión nacional.
Rechazo de organizaciones migrantes
Diversas agrupaciones de defensa de los derechos humanos se sumaron a la condena. La organización CARECEN y la Red Nacional de Jornaleros (NDLON) calificaron el operativo como una agresión directa contra la comunidad migrante y exigieron la destitución de los agentes responsables.
“Seamos claros: este es un ataque continuo contra jornaleros y vendedores ambulantes”, señaló Martha Arévalo, directora de CARECEN. “Refleja un patrón de intimidación y criminalización que no vamos a tolerar”.
Por su parte, Pablo Alvarado, director de NDLON, acusó al ICE de operar en desacato judicial y de normalizar tácticas de cacería que vulneran el debido proceso.
La postura federal
Desde el gobierno federal, la defensa del operativo fue tajante. El fiscal interino del distrito central de California, Bill Essayli, publicó en su cuenta de X (antes Twitter):
“Quienes pensaron que el control de inmigración había parado en el sur de California, se equivocaron. La aplicación de la ley federal no es negociable, y no hay santuarios fuera del alcance del gobierno federal”.
Hasta el momento, el DHS no ha respondido a la petición de Penske ni ha emitido postura sobre la legalidad del operativo en el contexto de las restricciones judiciales vigentes.
“No fuimos informados. No fuimos consultados. Y no vamos a permitir que nuestras unidades se usen para engañar y detener personas”, concluyó Penske en su posicionamiento público.
La solicitud de la empresa al Departamento de Seguridad Nacional es clara: cesar de inmediato el uso de sus camiones en operativos migratorios.
Una puerta que se abre, y todo cambia
La escena permanece: una mañana cualquiera. Un camión amarillo. Una voz que pide trabajadores. Una puerta trasera que se abre. Y el miedo que se reactiva.
No hay nombres públicos de los 16 detenidos. No se sabe su paradero. Pero lo que quedó grabado en video revela cómo se puede usar el engaño como herramienta oficial… incluso dentro de una empresa que no lo consintió.