La elegancia y sofisticación son algunas de las características que describen a la icónica Carolina, pues se ha posicionado como una de las mejores diseñadoras a nivel mundial gracias a su trabajo dentro de la industria de la moda. Sin embargo, luego de 83 años es obligatorio escuchar sus consejos para que podamos aprender otra manera de cuidar y mantener el aspecto saludable de nuestra piel.
Una de las primeras reglas de Carolina Herrera para conservarse del envejecimiento radica en la aceptación, pues asegura que al ponerse frente al espejo y mirarse no busca cómo fue en el pasado, sino cómo es en el ahora.
Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado, sonrío a la que soy hoy, me alegro del camino andado y asumo mis contradicciones”, afirmó Herrera.
Para la diseñadora es fundamental llevar una rutina que nos permita protegernos de la luz solar sobre todo en nuestro rostro, pues los rayos emitidos por este astro podría ser el causante del envejecimiento prematuro. Debido a esto, su recomendación es no salir sin antes aplicar un buen protector.
Podrá sonar a cliché, pero para Carolina es uno de los principales componentes que te permitirán llevar una dieta equilibrada a base de verduras y la cual contribuya al bienestar general de nuestro organismo.
Otra de las recomendaciones de nuestra diseñadora favorita consta en beber la mayor cantidad de agua posible, ya que esta acción permitirá que tu cutis se mantenga fresco y a su vez ayude a tu estómago para eliminar de manera correcta las toxinas que se encuentren alojadas en las diferentes partes de tu cuerpo.
Parece simple pero no lo es para muchos de nosotros, constantemente nos enfrentamos a situaciones de bastante estrés todos los días, sin embargo, la venezolana asegura que el hecho de darte unos minutos en silencio ya sea con meditación o leyendo un buen libro podría ayudarte a evitar la aparición de arrugas en la cara a causa del estrés.
Aunque para la mayoría sea bastante complicado debido a los tiempos de trabajo, es sustancial realizar un poco de ejercicio, que si no estás acostumbrado o no llevas una rutina específica puedes empezar considerando pequeñas caminatas que incluyan escaleras en lugar de un elevador. Luego de esto, tendrás que considerar si puedes poner en marcha alguna otra rutina que requiera de más trabajo físico.