
El ataque perpetrado este lunes 22 de septiembre en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur ha encendido las alarmas en torno a la atención a la salud mental en espacios educativos. El responsable, identificado como Lex Ashton, un estudiante de 19 años, asesinó a un alumno de 16 años e hirió a un trabajador del plantel. Detrás del crimen, emergen una serie de señales que, según testimonios y reportes, fueron ignoradas por su entorno.
Descrito por sus compañeros como “extremadamente introvertido” y “retraído”, Lex Ashton ya había mostrado conductas preocupantes antes del ataque. De acuerdo con testimonios de estudiantes y reportes internos, el joven había sido visto portando armas blancas dentro del plantel días antes de la agresión.
Advertencias que no fueron atendidas
Los antecedentes muestran un patrón de señales de alerta que, según especialistas, debieron activar protocolos de intervención:
• Portación de armas dentro del plantel: Estudiantes reportaron haber visto a Ashton con cuchillos y navajas en instalaciones del CCH Sur.
• Conocimiento previo de la vigilancia: La propia seguridad del plantel ya habría recibido reportes sobre la presencia de un estudiante armado, sin que se tomaran medidas contundentes.
• Aislamiento y comportamiento inusual: Compañeros lo describen como un joven con dificultades severas de socialización. “Era muy tajante, raro, no hablaba con nadie”, comentó un alumno del colegio.
• Mensajes en redes sociales: En días previos al ataque, Lex Ashton publicó mensajes donde anunciaba un “baño de sangre”, contenido que ahora es clave en la investigación.
Un crimen que pudo haberse evitado
Las omisiones en la detección y atención de estos comportamientos abren un debate urgente sobre los protocolos de salud mental y seguridad escolar. La comunidad universitaria exige respuestas y medidas inmediatas para prevenir hechos similares en el futuro.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México continúa con las investigaciones del caso, mientras que autoridades de la UNAM han iniciado una revisión de los protocolos internos.