En el marco del Día Internacional de la Mujer, el alcalde de Cajeme, Sonora lanzó un posicionamiento contundente: el comediante Brincos Dieras no podrá volver a presentarse en Ciudad Obregón mientras él continúe al frente de la administración municipal. El edil justificó la decisión al afirmar que los espectáculos del comediante reproducen conductas que considera inapropiadas y contrarias a la lucha para erradicar la violencia de género.
¿No han visto lo que hace y cómo las mujeres se presentan? cuestionó el alcalde al referirse a las dinámicas que Brincos Dieras realiza en los escenario, donde suela interactuar con mujeres del publico mediante humor negro, bromas de doble sentido y lenguajes explícito. Según el mandatario, este tipo de contenidos normaliza prácticas que deben desaparecer del espacio público y de la vida social del municipio.
“Todo ese tipo de prácticas tiene que desaparecer”, insistió, dejando claro que la administración municipal no otorgará más permisos para espectáculos de este tipo. Asimismo, sostuvo que su prioridad es alinear las políticas culturales y de entretenimiento con los valores de respeto, integridad y seguridad para las mujeres. “Aquí a Obregón no va a venir nunca más mientras yo sea presidente municipal”, sentenció.
La decisión surge en un contexto donde cada vez más autoridades y colectivos feministas llaman a revisar el impacto cultural de ciertos contenidos humorísticos que podrían reforzar estereotipos o normalizar actitudes violentas. Aunque Brincos Dieras es un comediante con gran popularidad nacional, especialmente por sus estilos irreverente y directo, sus presentaciones han sido objeto de debate por la manera en que involucra a mujeres en el escenario, generando opiniones encontradas entre el público.
El anuncio del alcalde generó diversas reacciones en redes sociales, donde algunos celebraron la postura como un acto de congruencia en un día dedicado a visibilizar las violencias que enfrentan las mujeres. Otros, en contraste, consideraron las medidas como un intento interno de censura o una decisión moralista que limita la libertad artística.
El gobierno municipal no detalló si la medida podría extenderse a otros artistas con contenidos similares, pero reiteró que cualquier espectáculo que, a su juicio, contribuya a la reproducción de violencia simbólica o discursos ofensivos no recibirá autorización. Por ahora, el veto a Brincos Dieras se convierte en una de las acciones más comentadas del 25N en Sonora, marcando un precedente en la relación entre entretenimiento y responsabilidad institucional.