En los últimos días, las redes sociales han sido escenario de un nuevo debate en torno a un comentario del actor y comediante mexicano Rafael Inclán. Durante una entrevista realizada en junio pasado, Inclán emitió una declaración que muchos han considerado misógina y fuera de lugar, al referirse a Claudia Sheinbaum, candidata y posible próxima presidenta de México, como una "ama de casa" en caso de que llegara a la presidencia. Esta declaración ha generado una ola de críticas tanto en redes como en medios de comunicación, posicionando al actor en el centro de una controversia que ha llegado hasta los oídos de la propia Sheinbaum.
El incidente ocurrió en una entrevista junto al también comediante Luis de Alba. Los reporteros, además de preguntar sobre la comedia actual y los límites que los humoristas deben considerar para no resultar ofensivos, consultaron a Inclán sobre la posibilidad de que Claudia Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se convirtiera en la primera mujer presidenta del país. La respuesta de Rafael Inclán sorprendió a muchos, pues el actor comentó: “Ahora vamos a tener una ama de casa 6 años”.
El comentario, que algunos presentes recibieron con risas, causó indignación en un amplio sector del público. Incluso Luis de Alba, desconcertado, preguntó de quién hablaba exactamente Inclán, a lo que este último respondió de manera evasiva: "Yo no soy de este país". La declaración, que parecía haber sido pronunciada como una broma, rápidamente se viralizó en redes sociales y fue duramente criticada por su tono misógino y despectivo hacia Sheinbaum y las mujeres en general.
Las plataformas digitales, especialmente X (anteriormente Twitter), se inundaron de reacciones en contra de Rafael Inclán. Muchos usuarios señalaron que su comentario era una muestra de machismo y misoginia profundamente arraigada en la sociedad mexicana, además de ser irrespetuoso hacia una mujer que ha ocupado altos cargos de responsabilidad y que está en la carrera por la presidencia de México.
Entre las respuestas en redes sociales se podían leer comentarios como: “Dijeron los señores que se hicieron famosos en el cine de ficheras”, en referencia a las películas de corte cómico y a veces vulgar que hicieron famosos a muchos actores de la época de Inclán. Otros añadieron: “Lo bueno de estos idiotas es que ya se van” o “Siempre han sido unos vulgares misóginos, siempre”. Estas reacciones reflejan el malestar de un amplio sector de la población ante este tipo de expresiones que perpetúan estereotipos de género.
La polémica no tardó en llegar hasta Claudia Sheinbaum, quien abordó el tema durante una de sus conferencias matutinas el pasado 3 de octubre. En su intervención, la mandataria expresó su rechazo hacia este tipo de comentarios y aprovechó para destacar uno de los puntos clave de su plataforma de gobierno: la erradicación de la discriminación y la igualdad de género en México.
Sheinbaum calificó como “terrible” el uso de términos como "ama de casa" o "sirvienta" para descalificar a las mujeres, señalando que estos conceptos están arraigados en épocas pasadas como el Porfiriato y la Colonia, donde las mujeres eran vistas únicamente como subordinadas al hogar. “Son trabajadoras del hogar y hacen un trabajo digno, y tenemos que reconocerlas siempre y darles su seguridad social”, subrayó Sheinbaum, reforzando su compromiso de luchar por los derechos de todas las mujeres y de erradicar los estereotipos que aún persisten en la sociedad mexicana.
Además, Sheinbaum hizo un llamado a la inclusión y al respeto, destacando que en México todos los ciudadanos son iguales y que no se debe permitir ningún tipo de discriminación. La mandataria, lejos de responder con enojo o confrontación, utilizó la plataforma para reafirmar su visión de un México más equitativo y justo.
El incidente también reabrió el debate sobre los límites del humor y la responsabilidad de los comediantes en una sociedad que está evolucionando rápidamente en cuanto a sensibilidad y conciencia social. Rafael Inclán, como muchos de sus contemporáneos, proviene de una generación en la que el humor tenía menos restricciones y donde temas como el machismo, el clasismo y la discriminación eran tratados con poca crítica en el mundo del entretenimiento.
Sin embargo, en la actualidad, muchas de las bromas y comentarios que antes se consideraban aceptables ahora son señalados como ofensivos, lo que ha generado un cambio en las expectativas del público hacia los comediantes. Durante la misma entrevista, Inclán comentó que “el actor comediante tiene la obligación de ver por dónde y a dónde”, refiriéndose a los cambios en la comedia y la necesidad de adaptarse a las nuevas sensibilidades de las audiencias. Sin embargo, su propio comentario sobre Sheinbaum demostró que incluso aquellos que reconocen la necesidad de cambio pueden caer en viejos patrones.