
En medio de una conversación íntima con Adela Micha, Mon Laferte rompió el silencio sobre el capítulo más doloroso de su vida. La cantante chilena reveló que ha enfrentado dos episodios graves de depresión, y que en uno de ellos llegó a intentar suicidarse.
“Yo quise suicidarme y estaba muy mal, y cuando ya me vi en el hoyo absoluto, una amiga me agarró, casi que cachetearme, y me llevó de urgencia a psiquiatría”, contó con la voz entrecortada. Aquellos días, dijo, los pasó sin dinero, sin fuerzas y fumando compulsivamente, atrapada en un estado de vacío absoluto: “No tenía nada, ni para comer… lo único que hacía era fumar todo el día”.
Ante la crisis, un amigo le prestó dinero para viajar a Chile. Fue entonces cuando pasó un mes con su madre, en un tiempo de silencios, rutinas sencillas y reconciliación. “Me levantaba temprano, cocinaba, veía telenovelas… y poco a poco me fui sanando”, recordó. Esa convivencia, aseguró, le permitió reencontrarse y reparar heridas familiares.
La terapia como sostén
Hoy, Mon Laferte mantiene un acompañamiento constante con especialistas. “Aunque me siento muy tranquila, es importante tomar terapia siempre. Es mantenimiento, como ir al dentista”, afirmó. También cuestionó los consejos simplistas que suelen recibir quienes atraviesan depresión: “Nunca un ‘échale ganas’ funcionó. ¿Dónde se compra? Si lo que no tengo son ganas”.
La artista reconoció que la salud mental sigue siendo una lucha diaria, pero también un aprendizaje que le ha permitido transformarse y continuar con su carrera.
La maternidad y los contrastes
En la entrevista, describió la maternidad como una experiencia extrema. “Nunca había amado y odiado tanto algo a la vez”, dijo entre risas, al confesar lo agotador que resulta no dormir y perder libertad. Sin embargo, reconoció que su hijo de tres años se ha convertido en su motor vital: “Hoy en la mañana me miró y me dijo: ‘Mamá, eres hermosa’… y eso es la felicidad”.
El arte como refugio
Para Mon Laferte, la tristeza se convirtió en su mayor fuente creativa. “Aprendí a romantizar la tristeza… fue un método de supervivencia y de ahí saco canciones”, explicó. Al mismo tiempo, rechazó la idea de la “felicidad obligada” que circula en redes sociales: “La felicidad absoluta no existe. Son pequeños momentos preciosos”.
La cantante confesó que inventó el personaje de “Mon Laferte” para poder subir al escenario, porque hablar en público siempre le ha resultado difícil. Pero detrás de esa máscara artística se mantiene firme en una convicción: “El arte tiene que sacudir, moverle el piso a la gente. No quiero ser decorativa”.
Nuevos proyectos
Tras compartir su historia más vulnerable, la intérprete adelantó que prepara el lanzamiento de su disco “Fem Fatal”, cuyo primer sencillo se titula “Esto es amor”, y que disfruta de su debut teatral en una obra de cabaret.
La confesión de Mon Laferte dejó al descubierto la fragilidad, la resiliencia y la fuerza creativa que habitan detrás de una de las artistas más reconocidas de Latinoamérica. Con su testimonio, recordó que incluso en el abismo más oscuro, la música, la terapia y el amor pueden devolver las ganas de vivir.