
Bosé desapareció unos meses de las redes sociales, tras haber hecho declaraciones negando la pandemia y publicando mensajes con carga política, además está envuelto en un juicio con su expareja por la filiación de los cuatro hijos que tuvieron.
El artista contó para Évole que no había dado entrevistas en casi seis o siete años para una televisora española, sin embargo accedió a hacerla por la confianza y la amistad que existe.
Durante la conversación, Bosé reiteró que es un negacionista, considera que hay una conspiración respecto a la pandemia, pero que no quieren que se sepa, “no es pensar que estoy en posesión de la verdad, es la verdad. Soy negacionista, es una postura que llevo en la cabeza bien alta”.
Asimismo, reveló una de sus partes más oscuras en su vida y carrera, explicó que ha estado sumergido en “drogas, sexo a lo bestia y sustancias”, contó que eso comenzó en 1988 o 1989 producto de un desamor, por lo que llamó a unos amigos y se fue de fiesta. Fue ahí donde tomó su primera copa e ingirió cocaína, asegura que le duró una semana.
Continuó diciendo que sentía que las drogas era algo que necesitaba en su vida para tener creatividad, pero reconoce que “cuando el consumo es habitual, las drogas dejan de ser un aliado pasan a ser enemigos”.
Aunque terminó con las noches de fiesta y salidas a los antros, las drogas seguían siendo parte de su día a día, volviéndose dependiente de ellas.
“He llegado a consumir casi dos gramos diarios, más fumar ‘maría’, éxtasis… Lo dejé todo el mismo día, hace siete años. Subiendo unas escaleras hacia un escenario para un ensayo, mi road manager me dijo ‘está todo preparado’. Y yo le contesté ‘se acabó’”.
Otro de los temas que tocó durante la entrevista fue la pérdida de su voz, donde explicó que se debe a problemas emocionales, aunque no dio el nombre de su expareja, la separación con Nacho Palau fue un punto clave en los problemas que el cantante ha tenido con su voz.
“Empiezo a perderla en el momento en el que mi familia, esa en la que yo creo, bueno no se llama familia, es una especie de acuerdo de convivencia que tienen dos personas que tuvieron una relación y que deciden seguir adelante con buen rollo para que los hijos de ambas partes puedan continuar creciendo juntos como lo que ellos pensaron desde el primer día”, confesó.
El problema que Bosé enfrenta con su expareja es por los cuatro niños que tienen, ya que Nacho Palau quiere conseguir la filiación.
En cuanto a la relación con su padre, Luis Miguel Dominguín, aceptó que lo extraña, no obstante, dijo que no encajan por que eran iguales.
Bosé contó una anécdota que lo dejó marcado, ya que su padre lo llevó a cazar, lo forzó a dispararle a una cierva, cuando el cantante le disparó y la mató, al momento de destripar “salió un bambi” que le faltaban algunos días para nacer, ante esto, Bosé reaccionó mal “le di puñetazos, lo llamé hijo de puta y me fui. Me llamó cobarde, pero me planté y se dio cuenta de que no iba a ser fácil”.
Con información de 'El País'.