
Abé Hamza al Qurashi, portavoz del grupo, mencionó en un audio de aproximadamente 40 minutos que el virus ha sido mandado por ‘la mano de Dios’ y que es un castigo por luchar en contra de su religión, además, agregó que el Occidente sufrirá más cuando los yihadistas consigan su victoria.
Qurashi advirtió que el coronavirus ha distraído a la población occidental, por lo que han dejado a un lado la lucha antiterrorista. Durante las últimas semanas tanto el Estado Islámico como Al Qaeda han movilizado maquinaria pesada de propaganda, con la finalidad de reclutar nuevos combatientes y aprovechar la coyuntura.
En enero los yihadistas habían publicado en su revista ‘Al Naba’ que el nuevo virus que 'propaga la muerte y el terror en China’ era un castigo divino por los abusos cometidos contra los uigures, quienes son una minoría musulmana que radica en la región de Xingjiang.
Posteriormente, cuando el virus se propagó por Europa se refirieron a la ‘plaga’ como un ‘tormento enviado por Dios’.
Finalmente, dijeron en otro artículo que el Covid-19 hacía que las naciones destinaran sus recursos a seguridad interior, por lo que perdían interés en las misiones militares que realizaban en el extranjero.