
La historia de un viaje comenzó hace millones de años en Marte, cuando un asteroide golpeó la superficie del planeta rojo con tanta fuerza que lanzó rocas al espacio… y una de ellas terminó en la Tierra, esperando siglos para ser encontrada en el desierto.
Ese fragmento, identificado como NWA 16788, será subastado el próximo 16 de julio por la casa Sotheby’s, que espera alcanzar entre dos y cuatro millones de dólares por el meteorito más grande proveniente de Marte hallado en la Tierra.
El NWA 16788 pesa 24.67 kilogramos y será exhibido en Nueva York del 8 al 15 de julio en la sede de Sotheby’s, antes de ser subastado en la sección de Historia Natural. Su color rojo y su tamaño han llamado la atención de científicos y coleccionistas por igual.
Este meteorito fue encontrado en noviembre de 2023 por un cazador en la región de Agadez, Níger, en medio de la vasta soledad del Sahara. La casa de subastas detalló que es aproximadamente un 70% más grande que cualquier otro fragmento marciano conocido, lo que lo convierte en un hallazgo único en una generación.
Los expertos explicaron que el impacto del asteroide en Marte fue tan intenso que transformó algunos de los minerales del meteorito en vidrio. En su superficie se pueden ver zonas de corteza de fusión vítrea, marcas del violento descenso que atravesó al ingresar a la atmósfera de la Tierra antes de aterrizar en el desierto.
El hallazgo y conservación de meteoritos marcianos son eventos poco comunes. De los más de 77,000 meteoritos oficialmente reconocidos en el mundo, apenas 400 provienen de Marte, y muchos de ellos son apenas fragmentos. En conjunto, estos meteoritos pesan cerca de 374 kilogramos, y el NWA 16788 representa por sí solo más del 6% de todo el material marciano que se ha recuperado en la Tierra.
Sotheby’s recordó que incluso para los cazadores de meteoritos más experimentados, el hallazgo de piezas de este tipo es más raro que encontrar diamantes, con apenas 15 descubrimientos de meteoritos en promedio por año en Norteamérica, generalmente en zonas áridas donde pueden pasar años sin hallar uno.