Australia ha tomado una decisión histórica y polémica: prohibir las redes sociales para menores de 16 años. Con multas de hasta 30 millones de dólares para las plataformas que incumplan, esta ley busca proteger a los jóvenes de los daños a la salud mental y los riesgos de desinformación. Pero, ¿es esta medida efectiva o estamos frente a un exceso del gobierno que podría limitar derechos fundamentales? ¿Prohibir educa? ¿Estamos listos para una regulación global de las redes sociales? Descúbrelo aquí.