
El calendario marcaba un jueves cualquiera, pero bastó un anuncio para alterar la rutina de miles de mexicanos. En cuestión de minutos, las redes sociales se incendiaron: The Weeknd volverá a la Ciudad de México con dos conciertos en el Estadio GNP Seguros, programados para el 20 y 21 de abril de 2026. Y lo hará acompañado por Anitta, la estrella brasileña que pondrá su sello urbano a una noche que ya se perfila como histórica.
El golpe del anuncio
El mensaje llegó en frío, desde las cuentas oficiales del artista y los promotores. Pero la reacción fue inmediata. Twitter, Instagram y TikTok se llenaron de videos de fans llorando, memes sobre la batalla que se avecina en Ticketmaster y promesas de ahorrar cada peso con tal de no perderse el espectáculo.
Para quienes lo siguen desde hace años, no se trata de un simple concierto. Es la oportunidad de presenciar cómo Abel Tesfaye, el hombre detrás del fenómeno llamado The Weeknd, transforma sus tres discos más emblemáticos —After Hours (2020), Dawn FM (2022) y Hurry Up Tomorrow (2025)— en un relato visual y sonoro que ha sorprendido en todos los rincones del mundo.
Una trilogía hecha espectáculo
El tour After Hours Til Dawn no es un repaso de éxitos, sino una narrativa completa. After Hours representa la caída en la oscuridad, con himnos como Blinding Lights que aún resuenan como himno generacional. Dawn FM propone un viaje extraño, como si el público sintonizara una radio desde el purgatorio, donde cada canción es un aviso de que algo nuevo está por llegar. Y Hurry Up Tomorrow, el más reciente, abre la puerta a un amanecer distinto, menos sombrío, más esperanzador.
En escena, esos discos se traducen en un universo visual: luces que ciegan, pantallas gigantes que proyectan ciudades futuristas, y una puesta en escena que convierte cada tema en un capítulo de una película sin créditos finales.
México, un lugar especial
México no es una parada más en el itinerario. Es el país que más escucha a The Weeknd en el mundo, y la Ciudad de México está entre las ciudades que más reproducen sus canciones en plataformas digitales. Ese fervor se confirmó hace apenas un año, cuando el canadiense ofreció un concierto gratuito en el Zócalo capitalino, abarrotado por miles de personas que corearon cada verso bajo la lluvia de luces del centro histórico.
Aquella noche selló un pacto: el artista entregó su música, y el público mexicano respondió con una devoción que cruzó fronteras. No es casualidad que ahora regrese con dos fechas en el estadio más grande de la capital.
Anitta, invitada especial
La presencia de Anitta añade un matiz único. La brasileña, que ha llevado el funk carioca a escenarios globales, será la encargada de abrir la velada en México y Brasil. Su nombre garantiza un arranque poderoso y confirma que la diversidad de la música latina tendrá un lugar central en el espectáculo.
Para los fans mexicanos, verla compartir escenario con The Weeknd será un cruce inédito entre dos fenómenos que, cada uno a su manera, han llevado la música urbana a otro nivel.
La preventa: una batalla anunciada
El entusiasmo se combina con la ansiedad. La preventa exclusiva está marcada para los días 8 y 9 de septiembre de 2025, mientras que la venta general arrancará el 10 de septiembre a través de Ticketmaster.
La experiencia en ciudades como Nueva York y Miami no deja dudas: los boletos se agotan en cuestión de horas. En México, donde la demanda suele desbordar los servidores, se anticipa una verdadera batalla digital. En redes ya circulan advertencias: “preparen los dedos, porque esto se va a acabar en minutos”.
Para México, será la primera vez que ese universo se despliegue a esta escala. Dos noches que no solo significan un regreso, sino la posibilidad de ver cómo la vulnerabilidad, la melancolía y la grandeza conviven en un mismo espectáculo.
Un encuentro con la memoria
El 20 y 21 de abril, el Estadio GNP Seguros dejará de ser solo un recinto deportivo. Se convertirá en un espacio de memoria colectiva. Allí estarán los que escucharon sus mixtapes en secreto hace más de una década; los que bailaron Starboy en fiestas universitarias; los que encontraron en Save Your Tears la compañía en tiempos difíciles; y los que hicieron de Blinding Lights la banda sonora de su juventud.
En cada asiento habrá una historia personal. Y en conjunto, todas esas voces formarán el coro de dos noches que quedarán inscritas en la historia cultural de la capital mexicana.