
El fentanilo es la irrupción más agresiva en el mercado de drogas ilegales que se haya visto en este siglo… Su entramado pone en jaque a los dos gigantes globales de la economía, Estados Unidos y China… Pero deja en medio a nuestro país… Unos ponen los precursores, otros los consumidores y nosotros los muertos… El obsoleto abordaje bélico para enfrentar este tema ha estallado en la cara de nuestros gobernantes… Esto no puede seguir tratándose en clave de guerra… Nos encontramos en una carrera contra el tiempo para evitar dinamitar el futuro. Bajo estas condiciones, era evidente que un día íbamos a tener a una generación cantando “Polvo, ruedas y cristal”... Pero que nadie se equivoque, la música de los jóvenes no es la causa de la violencia, sino la consecuencia del mundo que les legamos… Eran niños cuando atestiguaron la guerra, hoy su música habla de esa realidad donde el poder y el dinero tienen como escalera de ascenso la sangre y la muerte… Una realidad de la que nadie quiere hacerse responsable…