
Hace un mes, el presidente López Obrador no asistió a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles porque no se invitó a todos los países, incluyendo las dictaduras. Y hace una semana dijo que si Estados Unidos condena al fundador de Wikileaks, Julian Assange, se debería quitar La Estatua de la Libertad. Hoy la tónica es otra, está en Washington para pedirle dinero al gobierno de Joe Biden y así intentar contener la crisis migratoria. Porque una cosa es la mañanera y otra la Casa Blanca, ¿verdad?...
El presidente López Obrador lleva en la maleta varias peticiones. La entrega de 300 mil visas de trabajo para paisanos. Recursos para sus programas sociales en Centroamérica. Y un acuerdo para combatir la subida de precios. Porque el Plan Contra la Inflación y la Carestía que anunció en mayo se ha quedado demasiado corto. La inflación en México, que es por excelencia el impuesto a los más pobres, es de casi 8 por ciento, la más alta en los últimos 21 años.