
Jason Wu, fiscal encargado del caso, reiteró que es necesario conceder la extradición, debido a que demostró durante la audiencia algunos desvíos del erario público realizador por César Duarte.
El fiscal detalló los esquemas que utilizaba el mandatario estatal para desviar recursos, utilizando su secretario de Finanzas para llevar a cabo dichos delitos y esconder las evidencias.
“Le dijo a su secretario de Finanzas que necesitaba un desvío millonario porque tenía gastos personales que cubrir y luego de tomar el dinero ordenó la creación de contratos falsos para justificarlos”, señaló Wu.
Asimismo, indicó que Duarte era el único autorizado en permitir retiros de las arcas de Chihuahua y daba órdenes a miembros de su gobierno para ocultar las operaciones.
Se realizaron distintos depósitos a cuentas de César Duarte, por montos de dos, cuatro, ocho y 36 millones de dólares, así como 96 millones a la Unión Granadera.
“Es como si un gobernador en los Estados Unidos desviara dinero para regalar ranchos y Land Rovers a sus amigos. Los cargos en que se sustenta la acusación son ciertos”, continuó el fiscal.
Por su parte, la defensa de Duarte aseguró que las denuncias contra su cliente se deben a persecución política y no es un caso sustentado. Mencionó que las pruebas presentadas no son suficientes.
Con información de Milenio.