
De acuerdo con los especialistas de la ASTMH, la primera vez que se detectó este virus fue en el 2003, en un granjero proveniente de la localidad boliviana Samuzabety, en Chapare, tenía fiebre y dolor de cabeza.
Posteriormente, pocos días después, el joven de 22 años tuvo dolor muscular y en las articulaciones, vomito y hemorragias.
Ante estos síntomas se le realizaron pruebas de dengue y fiebre amarilla, no obstante dio negativo a ambas, por lo que el médico que lo atendía envió pruebas a los Centros para el Control de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, donde detectaron que era un nuevo tipo de arenavirus.
Solamente se había registrado ese caso, hasta que en 2019 un estudio logró detectar nuevos casos en Bolivia.
“Nuestro trabajo confirmó que un joven médico residente, uno de ambulancia y un gastroenterólogo contrajeron el virus después de encontrarse con pacientes infectados, y dos de estos trabajadores sanitarios fallecieron más tarde”, señaló Cailin Cossaboom, de los Centros de Control.
Los especialistas creen que este virus surgió en los ratones de campo, las personas que se infectaron tuvieron contacto con eses fecales de estos animales.
También determinaron que el contagio se produce si se tiene contacto directo con los fluidos, por lo que contraerlo es más difícil, los síntomas aparecen poco después de haberse infectado. Los síntomas de la enfermedad son similares a los del ébola, como dolor de cabeza, fiebre, malestar abdominal, sarpullido y hemorragias.
Con información de 'DW'.