Magistrados han resuelto en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, después de llevar a cabo un análisis de las quejas presentadas por la ministra Yasmin Esquivel Mossa en contra diversos candidatos y compañeros a quienes acusó de “coaccionar” e “inducir” el voto por medio de los infames “acordeones”; que dichas quejas no procedían y fueron desechadas.
Supuestamente la ministra Yasmin Esquivel habría arremetido en sus quejas contra su ahora colega de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sara Irene Herrerias Guerra, culpandola de haber conseguido su lugar en la Corte debido a los dichosos “acordeones” donde presuntamente habría aparecido.
Sin embargo los magistrados de la Sala Superior determinaron “la inexistencia de las infracciones denunciadas” argumentando que “no se acreditó que la propaganda identificada como acordeón haya sido elaborada por las personas denunciadas”, y que tampoco se acreditó “la coacción al voto, así como la vulneración del periodo de veda”.
Con una mayoría de tres magistrados, y la ausencia tanto del presidente Gilberto Bátiz como de la magistrada Claudia Valle, quienes declararon que no asistieron a la sesión para evitar un posible conflicto de intereses, fue como el pleno resolvió el caso y las acusaciones.
La ironía de este caso y el hecho de que causará tema de conversación en distintos ámbitos y medios es que la misma ministra acusatoria, es decir Yasmin Esquivel previamente también fue acusada de participar en la propaganda prohibida por medio de “acordeones” y de publicaciones pagadas en redes sociales, liberándose apenas de una multa de 410 mil pesos y beneficiándose al mismo tiempo ya que resultó electa en dichas elecciones, permaneciendo así en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Antes de finalizar la sesión, el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón fue el único que apoyó la propuesta de que el INE, por medio de la Unidad Técnica de lo Contencioso realizará una reevaluación de los asuntos y realizará una nueva “investigación integral” sobre la “operación acordeón”, argumentando que no se había hecho un análisis exhaustivo y que sí existen los elementos suficientes para determinar finalmente si existió o no la denominada “operación acordeón”.