En un país como el nuestro, donde la
violencia extrema está normalizada, no dimensionamos qué tan mal están las
cosas… Son tantas las malas noticias, que, a veces, nos es difícil darnos
cuenta de la gravedad de la situación que atravesamos…
Digo esto por lo que sucedió el viernes en Morelos con el reportero y periodista Roberto Carlos Figueroa, conductor y productor del programa de noticias “Acá en el Show”… Temprano, por la mañana, fue a Cuernavaca a dejar a sus hijos a la escuela… De regreso a su casa en Huitzilac, al norte de la capital morelense, fue privado de la libertad… Hay que decir que, acorde a las denuncias formales y en redes sociales, en esta zona de la carretera México-Cuernavaca se han incrementado los asaltos y los secuestros…
La familia de Roberto Carlos se dio a la tarea de buscarlo, con la desesperación de no saber exactamente qué había sucedido… Horas más tarde, los secuestradores llamaron a la esposa del periodista para pedir rescate… Ella se movilizó para conseguir el dinero y posteriormente, entregarlo en el sitio indicado por los criminales…
Sin embargo, nada de esto fue suficiente… Alrededor de la 8 de la noche del mismo viernes, fue encontrado un automóvil en un camino de terracería en el poblado de Coajo-mulco, en el municipio de Huitzilac… Adentro había dos cuerpos… Uno de ellos era el de Roberto Carlos Figueroa, quien presentaba un impacto de bala en la cabeza…
Por el momento, se desconoce el motivo detrás del crimen… Pudo tratarse de un secuestro exprés, pero resulta extraño que los plagiarios hayan terminado con la vida de Roberto Carlos Figueroa si ya se había pagado el rescate…
El Gobierno del Estado de Morelos tampoco ha dado mucha información… En un escueto comunicado, condenó los hechos e hizo un llamado para que la Fiscalía estatal investigue el caso…
No deja de llamar la atención que Roberto Figueroa era un periodista muy ácido… Desde su programa “Acá el Show”, criticaba constantemente a los políticos… En particular, al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, a quien acusaba de corrupto…
En este contexto, el sábado por la mañana, periodistas de Morelos se reunieron en Cuernavaca para denunciar la violencia que se vive en el estado y para alzar la voz contra el asedio que padece el fremio… Esto parte del comunicado que leyó el periodista Jaime Luis Brito…
Hace falta información para esclarecer el caso, pero en un país como México, donde los periodistas son acosados y violentados tanto por políticos como por grupos criminales, la muerte de Roberto Figueroa se vuelve sospechosa…
Tan solo en 2023, la organización Artículo 19 documentó 561 agresiones contra la prensa en nuestro país, es decir, una cada 16 horas… Estos casos incluyen 23 secuestros, 5 homicidios, 124 intimidaciones y 100 amenazas… En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, suman 44 periodistas asesinados… Y fuera de algunas zonas de guerra, nuestro país es el más peligroso del mundo para ejercer el periodismo…
Más de la mitad de estas agresiones, fueron perpetradas por el Estado Mexicano… Un tercio de las amenazas provinieron del crimen organizado, que estuvo involucrado en los ataques físicos, los secuestros y los asesinatos contra periodistas… Prácticamente 8 de cada 10 ataques, fueron contra periodistas que cubren temas de corrupción, política, seguridad y justicia…
Estos datos coinciden con el Informe sobre Derechos Humanos en México que presentó el Departamento de Estado de Estados Unidos y que tanto hizo enojar la semana pasada al presidente Andrés Manuel López Obrador…
En este documento se reporta que los periodistas en México son víctimas de asesinatos, ataques físicos, hostigamiento e intimidación tanto por el Gobierno como por grupos delictivos internacionales… También se detalla que esta situación limitó la capacidad de los medios de comunicación para informar con libertad y veracidad… A esto se le suma la impunidad, que tuvo como resultado una censura autoimpuesta…
En el caso de Roberto Figueroa sólo podemos solidarizarnos con el dolor de su familia y exigir a las autoridades una investigación que esclarezca la verdad y que castigue a los responsables… Pero en el caso de México, se necesita un cambio mucho más profundo para detener esta espiral de violencia… Para empezar, se necesita una presidencia que deje de hostigar todas las mañanas a los periodistas… Se necesita castigar, y no darle abrazos, a los criminales… Se necesitan fiscalías eficientes… Y se necesita, sobre todo, un poder judicial autónomo que detenga la impunidad…
Porque el periodismo está al servicio de la gente, no del poder… Y eso no le gusta ni a los poderosos ni a los criminales…
Yo soy Adela Micha…