En una reciente decisión, un tribunal colegiado de Mérida ha ordenado la suspensión de las obras en el Tramo 5 Sur del ambicioso proyecto del Tren Maya. La razón detrás de esta medida es contundente: el Gobierno Federal debe acreditar la realización de estudios sobre posibles afectaciones al subsuelo de la zona en cuestión. Esta noticia representa un revés significativo para el desarrollo del proyecto y plantea interrogantes sobre la planificación y ejecución de una obra de tal envergadura.
La suspensión, concedida de manera definitiva, exige que se presenten estudios que cumplan con las condiciones establecidas en la autorización ambiental otorgada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales en septiembre. Este dictamen surge a raíz de las denuncias de un grupo de activistas ambientalistas pertenecientes al colectivo "Sélvame Del Tren", quienes argumentaron que la obra carecía de estudios adecuados sobre el suelo en la zona proyectada.
Entre los requisitos exigidos se encuentran la especificación detallada de las cuevas y cenotes perforados, así como la evaluación de posibles derrumbes en la zona. Además, el gobierno está obligado a presentar una bitácora que detalle las medidas de prevención y protección destinadas a evitar la contaminación del agua subterránea, un recurso crítico en la región.
La decisión del tribunal representa una reversión significativa, ya que anula una suspensión definitiva previamente dictada en agosto de 2022. En esa ocasión, se afirmó que el Tramo 5 Sur no constituía una amenaza para la estabilidad de los sistemas de agua subterránea en la región. Sin embargo, la reciente denuncia del colectivo Sélvame Del Tren evidencia preocupantes derrames de cemento en los ríos subterráneos de Quintana Roo, destacando la falta de medidas adecuadas durante la construcción.
José Urbina, buzo y activista del colectivo, compartió un impactante video en redes sociales, mostrando cómo grandes cantidades de cemento se deshacen en los ríos subterráneos, generando contaminación y daño a los acuíferos. Estas revelaciones han alimentado las preocupaciones públicas y han llevado al tribunal a intervenir en el desarrollo del proyecto.
El Gobierno Federal había anunciado previamente la inauguración del Tramo 5. que conecta Cancún con Tulum, para el 29 de febrero. Este Tramo se divide en Norte y Sur, en el caso de éste, la reciente resolución judicial ha dejado en incertidumbre el itinerario de apertura, generando preguntas sobre el futuro del Tren Maya y la importancia de equilibrar el desarrollo infraestructural con la preservación ambiental. Este episodio destaca la necesidad de una gestión más cuidadosa y transparente en proyectos de esta magnitud para evitar impactos negativos en el entorno natural y en la confianza de la ciudadanía.