Todas nosotras sabemos de qué se trata… “Mira cómo iba vestida…” “Iba tomada…” “A quién se le ocurre salir a esas horas…”. Pareciera que, no importa que hagamos, cuando a las mujeres se nos insulta, se nos golpea, se nos viola o se nos mata, la culpa es siempre nuestra, porque cómo se nos ocurrió ser mujeres… Durante muchos años, estas formas de violencia sistémica permanecieron ocultas, invisibles… Pero ahora tienen un nombre… Y ahora tenemos voz… Y no pararemos de hablar, de denunciar y de manifestarnos hasta que, de una vez por todas, en México se haga realidad la consigna que sigue resonando por todo el país… “Ni una menos”… Y tengamos confianza… Si algo queda claro, es que es tiempo de mujeres, le pese a quien le pese