Esta era la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador a principios de año… Hacer una reforma para que los mexicanos pudieran recibir una pensión equivalente al 100% de su último salario cotizado en el Seguro Social… La idea sonaba muy bien… Demasiado bien para ser verdad… ¿A qué jubilado no le gustaría recibir los mismos ingresos que cuando trabajaba?
De inmediato, surgió la pregunta obligada… ¿De dónde va a salir el dinero?
Días después, el 5 de febrero, entre las 20 iniciativas que el presidente López Obrador envió al Congreso, se incluía una reforma al sistema de pensiones… Ya no se prometía tanto… Ahora, la propuesta era menos ambiciosa… Compensar a todas las personas que cotizaran menos del salario promedio mensual de los trabajadores afiliados al IMSS… Es simple… Todos los que ganaran 16 mil 361 pesos o menos recibirían el 100% de su salario…
Supuestamente, el dinero iba a salir de las utilidades del Tren Maya, de Mexicana de Aviación y del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles… De los ingresos del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado… De la Liquidación de Financiera Rural…
Aun así, seguía habiendo dudas acerca de si el dinero iba a alcanzar… El Instituto Mexicano para la Competitividad, el IMCO, advirtió que era posible que los recursos no alcanzaran para cumplir su objetivo, pues provenían de ingresos no recurrentes…
Más allá de la viabilidad financiera de esta propuesta, la iniciativa no ha prosperado… Al tratarse de una reforma constitucional, requería ser aprobada por dos terceras partes del Congreso de la Unión… A Morena y sus partidos aliados, no le alcanzan los votos…
Pareciera que estas 20 iniciativas presentadas por el Ejecutivo, fueron más bien una movida electoral, de propaganda, con el objetivo de conseguir la mayoría calificada de las cámaras en las elecciones del próximo 2 de junio… Eso que el presidente ha llamado el plan C…
Después, el 4 de abril, Morena presentó una iniciativa en la Cámara de Diputados… Una vez más, busca reformar el sistema de pensiones…
La propuesta, que ya fue aprobada por la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados y que será votada hoy en el pleno San Lázaro, plantea tomar el dinero de las Afores de los trabajadores mayores de setenta años que no hayan reclamado su pensión… Mediante este mecanismo, el llamado Fondo de Pensiones para el Bienestar, podría juntar una bolsa de aproximadamente 40 mil millones de pesos…
Dado que Morena y sus aliados tienen la mayoría simple del Congreso, todo apunta a que la reforma va a ser aprobada… Sin embargo, aún quedan muchas preguntas por responder…
En primer lugar, es cuestionable el uso de estos recursos que no sólo son de los trabajadores, sino que muy probablemente pertenecen a la gente menos informada, a los migrantes, a quienes no pudieron o no supieron cómo reclamar su dinero. En otras palabras… Se está utilizando la jubilación de algunos de los sectores más vulnerables.
Aunque en teoría estos jubilados pueden reclamar el ahorro de sus Afores, no se indica cuál va a ser el mecanismo para que el Fondo devuelva el dinero a quienes así lo soliciten… Si algo hemos aprendido en esta administración es que los detalles son más importantes que las promesas y las buenas intenciones… Ahí están los casos de la desaparición del Seguro Popular, la extinción de fideicomisos y la compra de medicamentos…
Además, esta iniciativa tampoco dice exactamente qué trabajadores van a recibir una compensación ni de cuánto va a ser…
Pero lo más grave es que no existe certeza acerca de cómo se va a costear a largo plazo este incremento a las pensiones… Por ahora, el Gobierno está rascándose los bolsillos para conseguir el dinero… ¿Pero qué va a pasar en los próximos años?
Queda pendiente una verdadera reforma al sistema de pensiones, que permita que todos los trabajadores cuenten con seguridad social y una jubilación digna… Necesitan resolverse problemas de fondo… Millones de mexicanos no tienen un trabajo formal… Y, mientras tanto, el presupuesto se utiliza en proyectos faraónicos…
Todos queremos que los adultos mayores tengan un retiro digno. Pero se necesitan soluciones de gran calado. No parches ni enmendaduras. Un problema así, no se resuelve con declaraciones ni ocurrencias.
Yo soy Adela Micha.