Todos estos cambios, tanto la desaparición de organismos autónomos como la elección de juzgadores, suponen un cambio muy profundo en el funcionamiento del Estado Mexicano. Contra la opinión de varios expertos, amplios sectores de la población tienen la esperanza de que contribuyan a eliminar la corrupción, a garantizar la impartición de justicia, a acabar con la impunidad y a mejorar las condiciones de vida de la gente. Son enormes las expectativas. Esperemos que la 4T tenga razón porque, con el poder absoluto en sus manos, si el proyecto falla, no habrá excusas ni opositores a los que echarles la culpa. Y porque, en menos de tres meses, el Congreso dominado por el oficialismo ha destruido instituciones, contrapesos y organismos que tardaron décadas en construirse… Ojalá que sepan lo que hacen.