Al clamor de condiciones dignas para migrar, el gobierno de Joe Biden responde a tiros… No es una exageración… El lunes, cien migrantes venezolanos se manifestaron en las orillas del Río Bravo… En la espalda llevaban lo poco que pudieron traer de su país… Y entre las manos cargaban una bandera de Venezuela y otra de Estados Unidos, en la que escribieron la leyenda “We, the migrants, built America”... “Los migrantes construimos América”… Su intención era izarlas como un acto de protesta… Y gritaban al unísono… "¡Déjenos entrar, queremos trabajar!"... Pero su exigencia se acalló con el ruido de los disparos… Agentes de la Patrulla Fronteriza usaron proyectiles de gas pimienta para repeler a los migrantes, y regresarlos al lado mexicano…
Como pudieron, los migrantes retrocedieron… Pedían que terminara la agresión… Pero el español no se entiende de aquel lado del Río Bravo… Algunos de ellos se tropezaron en el caudal… Y otros mostraron a los reporteros de la zona algunas huellas de las balas de gas pimienta… Aquellas marcas circulares sobre su piel morena son la potente y cruel imagen del fracaso continental para garantizar el acceso a una vida digna… Esas marcas entrañan el dolor de abandonar su país… Y volverse migrante…
Y quisiera decirles que esto es único en su tipo… Que no se repetirá… Pero no… Es muy probable que estas escenas se conviertan en parte de la cotidianidad en el norte de México, porque el pasado 12 de octubre el gobierno de Joe Biden anunció que dejaría de recibir las solicitudes de asilo de los venezolanos que entraron ilegalmente a ese país…
Esa medida ha dejado, literalmente de un día para otro, a miles de venezolanos a la deriva… Muchos de ellos se encontraban en tránsito cuando las reglas cambiaron… Y vieron su sueño desaparecer…
Para llegar a Estados Unidos desde Venezuela hay que atravesar diez países… Además de la peligrosa Selva del Darién… Jugarse la vida entre tratantes de migrantes y otros delincuentes… Y hoy quienes logran superar todos esos obstáculos se encuentran con las puertas cerradas… Además, los reciben con balas de gas pimienta…
Este panorama ha puesto presión sobre México, que está a tope en sus refugios del sur y del norte del país… Los activistas que acogen migrantes han denunciado que no están preparados para recibir a tantos venezolanos… Lo mismo con nuestras autoridades, que están rebasadas para atender esta, que es la mayor crisis migratoria de la era moderna… Sólo por detrás de la de Siria…
De acuerdo con datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, la COMAR, difundidos el martes, en lo que va del año, más de 10 mil venezolanos han pedido asilo en México… La cifra es tres veces mayor que las solicitudes procesadas en 2020… Y no se prevé que las cosas se relajen… De hecho, la noche del martes una caravana de 200 migrantes, en su mayoría venezolanos, salió de Chiapas con rumbo a Estados Unidos…
Y sobre la agresión de agentes fronterizos contra venezolanos… Ojo aquí porque no fue el Canciller y “corcholata” Marcelo Ebrard, sino Roberto Velasco, Jefe de la Unidad para América del Norte quien salió a dar la cara… Dijo que ya pidió a Estados Unidos toda la información de los hechos… Aunque eso no cambiará nada, porque México no tiene la capacidad para exigir que se modifique la actuación de los agentes fronterizos… Bueno, no tiene ni la capacidad de cuidar a nuestros migrantes que quieren llegar a Estados Unidos, empecemos por ahí…
La Patrulla Fronteriza justificó el uso de la fuerza argumentando que uno de los manifestantes agredió a un agente con una asta de bandera… Y que por ello comenzaron a disparar balas de gas pimienta… Los migrantes iban desarmados…
Pero no es sólo el tema de las agresiones, el sábado la Patrulla Fronteriza reconoció que en el último año han muerto 853 migrantes en su intento de cruzar la frontera… Es el periodo más mortífero del que se tenga registro…
La crisis migratoria de América Latina es el mayor desafío de nuestra era… Hablamos de gente pobre que ha sido desplazada de su país por la incertidumbre, la falta de empleo, la miseria, el hambre y la violencia… Y ahora que tanto se dice que el continente está girando a la izquierda, esta crisis humanitaria es y será la prueba de fuego de esos gobiernos latinoamericanos que dicen estar del lado de los más pobres, pero que en los hechos, los maltratan, los expulsan y lo peor, los dejan a merced del crimen organizado… MÉXICO haciéndole el TRABAJO SUCIO otra vez a ESTADOS UNIDOS