En toda democracia funcional, es indispensable que se respete la división de poderes y el Estado de derecho… Pero en México las cosas no funcionan como deberían…
Por desgracia, en nuestro país, los intentos del presidente López Obrador por centralizar el poder han minado la confianza y la credibilidad de las instituciones… Ahora, se abre un nuevo capítulo que pone en entredicho la independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación…
A partir de una denuncia anónima, el Poder Judicial inició una investigación contra el ministro en retiro y expresidente de la Corte, Arturo Zaldívar… Quien es acusado de presionar a jueces y magistrados, y de manipularlos para que resolvieran diversos asuntos de manera favorable a los intereses de Palacio Nacional… Esto quiere decir que Zaldívar y algunos de sus colaboradores van a ser investigados por la propia Corte y por el Consejo de la Judicatura…
Según las denuncias, Zaldívar habría ofrecido beneficios como cargos públicos y dinero; y habría presionado con amenazas a jueces y magistrados en algunos de los casos más emblemáticos de la actual administración: El Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía, la Ley de Hidrocarburos y la Ley de la Industria Eléctrica… las acusaciones contra Rosario Robles, Emilio Lozoya y Francisco Javier García Cabeza de Vaca… el escándalo de corrupción en Segalmex…
De manera ilegal, el Poder Judicial se habría convertido en un tentáculo más del Poder Ejecutivo…
En el expediente, también se mencionan algunos de los hombres más cercanos a Zaldívar y al presidente… Tales como Carlos Antonio Alpízar Salazar, entonces Secretario General de la presidencia del Consejo de la Judicatura y Julio Scherer Ibarra, exconsejero jurídico de la presidencia…
De inmediato, Zaldívar salió a negar las acusaciones y declaró que se trataba de una persecución política con fines electorales, encabezada por la ministra presidenta Norma Piña…
En la mañanera de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador salió a defender a Zaldívar… Dijo que tenía todo su apoyo, su confianza y su respaldo… y aseguró que se trata de una venganza…
Habrá que esperar el resultado de las investigaciones…
Sea como sea, tal parece que el principal enemigo de Arturo Zaldívar ha sido el propio Arturo Zaldívar… Más allá de las acusaciones en su contra, su credibilidad está muy golpeada y es muy difícil, casi imposible, sostener que defendió la autonomía del Poder Judicial…
A lo largo de todo el sexenio, fue muy cercano a la autodenominada Cuarta Transformación… El mismo presidente López Obrador declaró en una mañanera que, en tiempos de Zaldívar, “intervino respetuosamente” en decisiones de la Suprema Corte… lo que sea que esto signifique…
Después, con el pretexto de la Reforma al Poder Judicial, Zaldívar fue partícipe de una movida política que intentaba, de manera inconstitucional, extender por dos años su mandato como presidente de la Suprema Corte… Resultó muy preocupante que el hombre encargado de defender la Constitución fuera el primero en atacarla, ya sea por ambiciones personales o por los intereses de Palacio Nacional…
Después, en noviembre del año pasado, Zaldívar renunció antes de tiempo a la Suprema Corte de Justicia para sumarse al equipo de trabajo y a la campaña de Claudia Sheinbaum… Una vez más, su supuesta independencia, cayó por los suelos…
Por si fuera poco, la silla que dejó en la Corte fue ocupada por Lenia Batres, hermana del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, que históricamente ha sido uno de los hombres más leales al presidente y su proyecto…
La mancuerna Zaldívar-Obrador, ha dañado muchísimo la imagen de la Corte…
Por otro lado, también sería muy grave que Zaldívar tuviera razón y que, esta vez, se tratara de una persecución política… En cualquier caso, se trataría de un duro golpe para la credibilidad del Poder Judicial y de la Suprema Corte, pues se habría utilizado a la institución para imponer una agenda política pasando por alto las leyes…
Es necesario que se esclarezcan los hechos y que haya sanciones… Es necesario que el Poder Judicial sirva para ofrecer justicia a los ciudadanos y no para defender los intereses de las cúpulas del Gobierno…
Yo soy Adela Micha