Su nombre era María José y tenía 17 años… Era menor de edad…Como acabamos de escuchar en voz de Ernesto Hoyuela, su padre, María José era una joven normal, feliz… Cuentan sus vecinos que no se metía con nadie y que sacaba a su perro a pasear por el barrio… Estudiaba por las tardes en el Colegio de Bachilleres 3 en la Ciudad de México… Su sueño era entrar a la universidad y hacerse motociclista, como su padre… Quien le regalaría una moto en su cumpleaños número 18…
Este martes 16 de abril, un hombre entró a la casa de María José cuando ella estaba sola… El departamento está en el número 18 de la calle Primera Cerrada 16 de septiembre, en la colonia Cruz Coyuya de la alcaldía Iztacalco… Tras abusar sexualmente de ella, le quitó la vida asfixiándola…
Su madre regresaba al domicilio cuando escuchó ruidos extraños y gritos de auxilio al interior de la casa… Una vez adentro, intentó defender a su hija, pero el hombre la atacó con un arma punzocortante… Así lo narró el padre de María José y expareja de Cassandra…
Cassandra alcanzó a pedir ayuda… Sus gritos llamaron la atención de los vecinos quienes llamaron a la policía… De inmediato, el agresor, identificado como Miguel de 39 años de edad, intentó huir… Subió las escaleras del mismo edificio donde vivían María José y su madre, supuestamente para esconderse en su apartamento pero los vecinos lograron alcanzarlo y amagaron con lincharlo…
La madre de María José, fue trasladada de inmediato a un hospital del IMSS donde al momento se debate entre la vida y la muerte, pues su estado de salud es grave… Acorde a las declaraciones de su hermana, de las puñaladas que recibió Cassandra, algunas le perforaron un pulmón… hoy, sus probabilidades de vida van en descenso...
Respecto al agresor… se sabe que llevaba ocho años viviendo en el edificio que se volvió la escena del crimen y que ese mismo día, Miguel fue arrestado y consignado al Ministerio Público…
La noche del martes, amigos, familiares y conocidos de María José, se reunieron afuera de este conjunto habitacional para rendirle un homenaje… Encendieron veladoras… Pusieron flores… Y, sobre todo, colocaron mensajes exigiendo justicia…
En nuestro país, las cifras de violencia letal contra las mujeres son estremecedoras… Cada año, más de tres mil mujeres, niñas y adolescentes son asesinadas… Sólo una cuarta parte de estos casos se contabiliza como feminicidio… De acuerdo con el informe de Incidencia Delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el primer trimestre del 2024, se han registrado 184 feminicidios… Mientras el año pasado se registraron 850 casos… un promedio de dos víctimas cada día…
No hay pretextos para un crimen así… ni de este tipo ni de ninguno… Pero, en este caso, menos que nunca. María José había regresado de la tienda… estaba sola en su departamento, en su habitación… En el sitio donde, en teoría, debería ser el más seguro para una joven de 17 años, pero así es la violencia feminicida en nuestro México… Se cuela hasta el último rincón… Encuentra la manera de abrirse paso hasta las mujeres… Porque el problema no son ellas… No somos nosotras, como en más de una ocasión se ha querido establecer…
Por el momento, sólo queda esperar que Cassandra, madre de María José, se recupere… y tristemente nos queda recordar el nombre de María José para pedir justicia… Sólo nos queda decir, de nuevo, ¡NI UNA MÁS!..
Yo soy Adela Micha