Sobre todo, Lesvy habló sobre la violencia institucional que ejerce el estado en contra de los familiares de las víctimas. En un acto de borradura con intención de olvido, el gobierno tiene distintos métodos que pretenden silenciar a las voces que exigen reparación.
Por ejemplo, retirar afiches de búsqueda o materiales que buscan homenajear a las víctimas: “Las fichas de búsqueda en las estaciones del metro que de pronto de manera insensible mandan retirar dos veces a la semana. Cuando nosotras salimos a las calles y por mandato, otras mujeres u otros varones que hacen el servicio de limpia, prácticamente van detrás de nosotros barriéndonos los pies cuando nosotras ponemos una ofrenda en uno de los puntos.
Muchas veces hay quien deja las fotos de sus hijas y llegan y lo recogen y lo ponen en el bote de la basura. Cuando salen a decir que rompimos, que quemamos, y criminalizan a todas cuando sabemos perfectamente, y ojalá que el día de hoy no sea así, que siempre hay una mano detrás que va a tratar de promover el caso”, comentó.
Por otro lado, Osorio también abordó el tema de la Glorieta de las Mujeres Que Luchan en Paseo de la Reforma. Sobre esto, enfatizó la forma en la que el estado busca constantemente invalidar las distintas formas de protesta que realizan las mujeres.
“Frente a esa violencia institucional, porque viene de las instituciones, yo quiero dejar que cuando nosotras, por ejemplo, tomamos la Glorieta de las mujeres que luchamos ese 25 de septiembre de hace dos años, nos dijeron no teníamos derecho a ocupar ese espacio (...) siguen sin reconocer que esa glorieta la renombramos y la estamos habitando dignamente porque hay razones de sobra para llamarla así, la Glorieta de las mujeres que luchamos.
En un país en donde se registran alrededor de 3 mil mujeres, niñas y adolescentes asesinadas al año, las manifestaciones de las familiares de las víctimas se vuelve un acto fundamental para garantizar que el futuro sea distinto. “Porque si nosotras no luchamos, este país se está cayendo a pedazos, si nosotras no evidenciamos frente al mundo lo que aquí está sucediendo, ¿quién lo va a hacer? no podemos seguir así”.
“En algún momento nos preguntaron por qué las mujeres están tan enojadas y tú usabas la palabra encabronadas nosotras decimos es rabia es digna rabia por qué estamos tan enojadas porque nos están asesinando y entonces eso frente a estas políticas de desprecio frente a estas necropolíticas del poder”.
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