La ignorancia de un ciudadano debilita a la nación entera y nos debilita a nosotros mismos
José Vasconcelos.
Por Araceli Benitez
Quizá a usted no le preocupe la pésima calidad de la educación pública en nuestro país porque no tiene hijos o porque tiene la capacidad de enviarlos a un colegio privado, pero es un gran error no interesarnos por la educación que reciben la mayoría de nuestros niños. Su destino nos debe importar, de entrada, por la más elemental justicia. Pero, además, porque reduce la desigualdad y genera ciudadanía con mejor capacidad para saber informarse correctamente al momento de elegir gobiernos competentes. Consideremos que con educación o sin ella todos los mexicanos mayores de edad tienen derecho a votar, y su voto puede cambiar el rumbo del país para bien o para mal. Y esto afecta a la población entera, no importa el nivel socioeconómico al que se pertenezca.
El negligente desinterés de este gobierno por la educación es frustrante, pero lo es más que la ciudadanía no se alarme ante esta violencia contra nuestros niños. Es irresponsable votar por un político que dio señales claras de despreciar la preparación académica y la labor científica, lo es también no exigir la implementación de planes educativos que ayuden a que nuestros niños y jóvenes alcancen su potencial y desarrollen habilidades que les permitan ser competitivos en un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, mientras México lleva casi cuatro años retrocediendo. No sólo nos debe escandalizar la pésima calidad de la educación que ofrece el gobierno, sino también sus intentos de adoctrinamiento y que tengamos a una ladrona confesa como Secretaria de Educación. Es igualmente preocupante que ni siquiera se hayan intentado tareas para remediar la pérdida de casi dos años de preparación escolar que sufrieron millones de niños, como consecuencia de la pandemia.
De acuerdo a Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación en México: “Al inicio del ciclo escolar 2020-2021 estaban matriculados 29.4 millones de estudiantes en preescolar, primaria, secundaria y educación media superior. Con respecto al ciclo anterior, se estima una disminución de 763,299 estudiantes, lo que representa un descenso de 2.5% de la matrícula en este periodo. En 2020, alrededor de 5.7 millones de menores entre 3 y 17 años se encontraban fuera de la escuela. Éstos constituían 17.5% de la población en ese rango de edad” (Annayancy Varas, La Educación en México, una deuda pendiente. El Financiero 11/05/22). Si queremos un país que progrese, que disminuya la pobreza y se reduzca la brecha de la desigualdad, tenemos que exigir de forma incansable que se mejore la educación pública. Es una ofensa que la educación en México no sea un tema prioritario en el debate público nacional.
@aracelibs