Mientras el Congreso aprobaba incrementos en impuestos, tarifas de servicios públicos y niveles de deuda, los diputados federales avalaron un aumento de 113 mil 739 pesos anuales en su propia remuneración para 2026.
De acuerdo con el dictamen del Presupuesto de Egresos de la Federación, difundido por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, la Cámara de Diputados mantuvo su ajuste salarial pese a los llamados oficiales de “austeridad republicana” y a las promesas de reasignar recursos hacia sectores prioritarios como educación, cultura y seguridad.
SIN CAMBIOS AL PRESUPUESTO ORIGINAL
El documento, que replica sin modificaciones la propuesta enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado 8 de septiembre, conserva los montos globales y aún no incluye los recortes anunciados al Poder Judicial, al Instituto Nacional Electoral (INE) ni al Tribunal Electoral.
En semanas recientes, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, había adelantado que los recursos provenientes de esos ajustes se utilizarían para compensar recortes a universidades y programas sociales. Sin embargo, el primer beneficiado del nuevo dictamen resultó ser el propio Poder Legislativo.
Un aumento superior al ingreso anual de un trabajador
Con el ajuste, cada legislador federal pasará de percibir 1 millón 193 mil pesos netos anuales en 2025 a 1 millón 307 mil pesos en 2026, lo que representa un incremento de casi 9.5%.
El aumento se distribuye en varios rubros:
• Sueldo base: sube alrededor de 62 mil pesos mensuales.
• Aguinaldo: aumenta cerca de 7 mil pesos.
• Seguro de vida institucional: se incorpora por primera vez, con un valor aproximado de 60 mil pesos.
El nuevo ingreso total equivale a más de lo que un trabajador con salario mínimo gana en todo un año, en un país donde cerca del 40% de la población ocupada percibe ese nivel de ingresos, según datos oficiales.
AUSTERIDAD EN DISCURSO, NO EN PRÁCTICA
Pese a los anuncios de contención del gasto público y austeridad, el presupuesto legislativo no sufrió reducciones. Expertos en finanzas públicas advirtieron que este tipo de incrementos contradice el mensaje de moderación fiscal y podría alimentar la percepción de desconexión entre los representantes y la ciudadanía.