Es contradictorio pretender combatir las causas de la violencia, aprobar una Ley de Amnistía, buscar reformar al Poder Judicial y poner primero a los pobres, cuando, al mismo tiempo, se impulsa una medida que corre el riesgo de castigar a los inocentes, meter en prisión a los pobres, romper el tejido social e incentivar, mediante el encarcelamiento, la creación de nuevos criminales… Todos estamos en contra de la impunidad, de la violencia, de la injusticia y, por qué no decirlo, del descaro con el que muchos criminales actúan, sabiendo que no les pasará nada… Pero, yo me pregunto, la lucha por la justicia, ¿puede ser a costa de la presunción de inocencia, de los tratados internacionales y de los Derechos Humanos?