Faltan exactamente veinte días para el 2 de junio. Veinte días para las elecciones más grandes de nuestra historia.
Y, por primera vez en 27 años, la izquierda, esa que triunfó en 1997 bajo el mando del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; esa izquierda que catapultó la figura del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, y esa izquierda que impulsó la carrera de Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial de Morena, quien, según las encuestas, tiene altas probabilidades de convertirse en la primera mujer en llegar a Palacio Nacional; esa izquierda, hoy, corre el riesgo de perder el Gobierno de la CIudad de México, la capital con más de nueve millones de habitantes, que ha sido, desde siempre, una caja de resonancia de lo que sucede en el país.
No sólo está en juego la jefatura de Gobierno. Se enfrentan dos proyectos políticos y dos maneras de entender el futuro. Las encuestas están muy cerradas. Algunas le dan la ventaja a Santiago Taboada, candidato de la coalición opositora Va por la Ciudad de México, pero otras le otorgan la victoria a la candidata oficialista Clara Brugada.
Por eso, tienen tanta relevancia los casos de violencia que han sacudido la capital del país y que pueden ser definitivos para inclinar la balanza electoral.
Este fin de semana, Alessandra Rojo De La Vega, candidata del PRI, el PAN y el PRD a la alcaldía Cuauhtémoc, denunció un atentado fallido contra su vida.
Según su narración, después de una junta vecinal que formaba parte de sus actividades de campaña, se dirigía a atender una denuncia ciudadana de una mujer que, presuntamente, sufría violencia doméstica. Mientras circulaba por la calle de Francisco Tamagno en la colonia Peralvillo, un hombre con casco, aparentemente un motociclista, se acercó a su camioneta y le disparó seis veces. De inmediato, el chofer de la candidata aceleró y, por fortuna, ambos lograron escapar ilesos.
Las reacciones no se hicieron esperar…
La candidata opositora a la presidencia, Xóchitl Gálvez, condenó el atentado y pidió a las autoridades que se castigue con todo el peso de la ley a quienes resulten responsables…
El candidato de Movimiento Ciudadano para la capital, Salomón Chertorivski, añadió que la Fiscalía debe detener la violencia y proteger a quienes habitan en la Ciudad de México…
Por su parte, Clara Brugada se solidarizó con Alessandra Rojo de la Vega y reprobó cualquier acto de violencia. También hizo un llamado enfático a actuar con responsabilidad y a no politizar los hechos.
En este sentido, la Fiscalía de la Ciudad de México ya anunció que integró una carpeta de investigación para darle seguimiento al caso.
El problema es que las cosas no son tan sencillas. La candidata Rojo De La Vega puso en entredicho el trabajo de una Fiscalía que, según ella, ha politizado la justicia. También aseguró que el objetivo del atentado era amedrentarla para bajarla del proceso electoral. Dijo que “no se va a rajar” y que las “elecciones se ganan con votos, no con miedo ni amenazas”.
Pero el que ofreció la respuesta más contundente fue Santiago Taboada, quien, para iniciar su participación en el “segundo debate chilango”, aseguró que quieren callar a los opositores a balazos…
Es muy significativo que anoche, en el debate chilango, Santiago Taboada comenzó su participación solidarizándose con Alessandra y asegurando que la candidata vivió un intento de feminicidio que tenía el objetivo de intentar callarla.
El gran problema para Morena y sus partidos aliados es que no se trata del primer escándalo de violencia que azota a la capital en las últimas semanas…
Si hablamos de violencia electoral, el pasado 7 de mayo, Karen Quiroga, la candidata a la alcaldía de Iztapalapa por el PRI, PAN y PRD, denunció que personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadanal realizó un cateo ilegal en su domicilio.
Si hablamos de homicidios y desapariciones, el 30 de abril, Ceci Patricia Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, aseguró que encontró un crematorio clandestino en la ladera del volcán Xaltepec, en los límites entre Tláhuac e Iztapalapa, la alcaldía que solía gobernar Clara Brugada.
En una investigación sospechosamente apresurada, la Fiscalía dijo que los restos encontrados eran de perros. Y tanto el jefe de Gobierno Martí Batres como el presidente Andrés Manuel López Obrador, de manera muy poco sensible, aseguraron que el supuesto crematorio se trató de un montaje fallido con fines electorales.
Además, está el caso del feminicida de Iztacalco, que podría estar relacionado con la muerte de hasta veinte mujeres. Esto echó por los suelos el discurso oficialista de que en la capital ya no hay feminicidios. Y, en realidad, todos estos casos ponen en jaque la retórica de Morena de que la violencia en la Ciudad de México ha disminuido de manera dramática.
Ayer fue el último debate chilango y, después de lo que se dijo, hoy la moneda está en el aire. Poco de lo que hagan los candidatos va a poder cambiar el resultado de la elección.
Habrá que ver qué pesa más para los votantes: los casos de violencia en la capital o el apoyo al proyecto obradorista. Habrá que esperar quién tiene más fuerza: Morena, con una enorme base popular. O los opositores, con el respaldo de las clases medias y altas.
Para mí, gane quien gane, es absolutamente indispensable que la violencia se detenga. Los crímenes de los que son víctimas candidatas y ciudadanos destruyen nuestra democracia…
Y no… Esto no es una bandera política. Es una exigencia ciudadana.
Yo soy Adela Micha