Imaginen, buscar a sus amigos con las lámparas de sus celulares… Presenciar el último aliento de Thalía Cornejo, Macarena Becerril, Emiliano Vargas, Galileo Almanza… Y siete víctimas más… Sobrevivir, pedir auxilio, y volver a abrazar a mamá y papá… Y saber que el sufrimiento siguió… Porque cada una de esas familias donde hubo una víctima, tuvo que escuchar al Presidente de la República ligar la masacre con un asunto de drogas… Como lo hizo con lo ocurrido en Celaya hace unas semanas, donde seis estudiantes de medicina fueron asesinados por un grupo criminal… Ayer, el presidente López Obrador volvió a sacar la carta de la criminalización… Salió a decir que en Guanajuato hay un alto consumo de drogas, con lo que se eleva la violencia, y que sería la razón por la que once jóvenes fueron asesinados en una posada a la que iban sólo a divertirse… La única diferencia es que esta vez tuvo la delicadeza de dar las condolencias antes de su desafortunado comentario… El periódico “AM” de León pudo hablar con uno de los sobrevivientes de la masacre en Salvatierra ocurrida la madrugada del domingo… Lo que relató es que un grupo de hombres intentó entrar a la ex Hacienda de San José del Carmen, donde unos 50 jóvenes celebraban una posada… Sin embargo, se les dijo que se trataba de un evento privado… Minutos después volvieron con más hombres, ahora armados… De pronto el lugar quedó a oscuras… Y a la oscuridad le siguió una balacera con 200 disparos… El sobreviviente contó que uno de los miembros del comando armado gritó “¡Mátenlos a todos!”... Eran las dos de la madrugada… Y antes de que amaneciera ya había once familias destrozadas… Once mamás y papás que esta Navidad tendrán los brazos vacíos… Once mesas incompletas… Regalos sin abrir, metas sin cumplir, vidas truncadas a balazos… Y en medio de todo ese sufrimiento, una declaración indignante que vino desde Palacio Nacional…