Recordó que en 2018 le tocó a él ser víctima de un ataque desde el Ejecutivo para manchar su campaña, situación que calificó como "frustrante y profundamente injusto”.
“El Tribunal Electoral castigó a los funcionarios involucrados, y la PGR me declaró inocente porque no había ningún delito. Claro, eso lo dijeron ya que había pasado la elección”, rememora Anaya.
Enfatiza que “eso ya es historia y no importa lo que me haya pasado a mí. Lo grave es que se sigue repitiendo, y el abuso de poder daña la democracia y te afecta a ti, nos afecta a todos”.
Dijo que hoy en día vemos de nuevo a “un presidente que usa todo su poder y su influencia para atacar, por medio de los órganos de justicia del Estado, a los candidatos incómodos, que le van ganando a los de Morena”.
Anaya muestra los videos que acreditan que López Obrador “siempre ha sido mal perdedor. Nunca ha aceptado una derrota”. Pues en todas las elecciones que ha participado, para gobernador de Tabasco y para presidente de la República en 2006 y 2012, siempre ha alegado fraude.
“Ese es López Obrador, el que nunca acepta una derrota, el que cuando va perdiendo, hace trampa; el que para no perder, mete el pie y las manos y lo que haga falta, sin importar si es legal o no; el que cuando le estorban las instituciones, las manda al diablo”.
La diferencia, dice Anaya, es que ahora que es presidente, ni siquiera esperó a que se llevaran a cabo las elecciones, “está acusando fraude desde antes y está en guerra contra el INE”. Es decir, que cuando le conviene, quiere que el pueblo decida, como en el caso de las candidaturas canceladas en Guerrero y Michoacán, y cuando no le conviene, usa a la Fiscalía para descarrilar a los candidatos que pueden ganarle a Morena.
Considera Anaya que la actitud de López Obrador obedece a dos razones: primero, porque no sabe perder; y segundo, para distraer de la terrible tragedia de la línea 12 del metro.
“No dejes de salir a votar el 6 de junio. Acuérdate que esta puede ser la última vez en que tu opinión cuente”, finaliza Ricardo Anaya.