Ayer, finalmente, terminó una de las campañas
electorales más largas de la historia. Ayer, a las 11 de la noche con 59
minutos, se acabó el estruendo de los discursos, los debates, las consignas y
las descalificaciones. Hoy, comenzó el silencio de la reflexión, para que, este
domingo 2 de junio, vayamos todas y todos a votar.
Fue una campaña demasiado larga, marcada por la polarización entre el proyecto de la llamada Cuarta Transformación, encabezada por Claudia Sheinbaum, y por el bloque opositor, liderado por Xóchtil Gálvez. No sólo se va a decidir la presidencia de la República, sino que, en el juego de fuerzas políticas, también es muy importante la elección de legisladores en el Congreso de la Unión, así como la gubernatura de 9 estados: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México. En total, alrededor de 20 mil cargos serán renovados.
La jornada de ayer comenzó con las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien abrió su conferencia matutina de Palacio Nacional asegurando que su Gobierno garantizará unas elecciones seguras y libres.
El presidente suspendió sus conferencias mañaneras por el resto de la semana, así que, según él mismo anunció, la próxima ocasión en que lo veremos será el domingo por la noche, después de que el Instituto Nacional Electoral dé a conocer oficialmente los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares, es decir, el PREP.
Después de intensas jornadas, los tres candidatos presidenciales llevaron a cabo sus cierres de campaña.
Jorge Álvarez Máynez, el postulante de Movimiento Ciudadano, concluyó sus actividades acompañado del candidato al Gobierno de Ciudad de México por su partido, Salomón Chertorivski, en un evento nombrado Máynez Capital Fest, que concentró alrededor de cuatro mil personas en el Auditorio Blackberry de la Ciudad de México.
Como toda la campaña de Movimiento Ciudadano, el evento estuvo principalmente dirigido a los jóvenes, a quienes Máynez les prometió que erradicaría la “vieja política”.
Por su parte, la candidata de la coalición Sigamos
Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, decidió cerrar su campaña en el sitio
que, históricamente, ha sido el bastión y el símbolo de la izquierda que ahora
ella dirige: el Zócalo de la Ciudad de México.
El evento también fue el cierre de campaña de Clara Brugada, candidata para la Ciudad de México, y asistieron los gobernadores y candidatos de Morena, así como los principales líderes del movimiento: Mario Delgado, Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández Noroña, entre muchos otros.
De acuerdo con cifras oficiales, que han sido, por cierto, bastante cuestionadas, al evento asistieron más de medio millón de personas. Sheinbaum prometió guardar el legado del presidente López Obrador, y expuso los veinte principios con los cuales piensa gobernar el país.
Finalmente, Xóchtl Gálvez, abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México, cerró su campaña en la Arena Monterrey, en Nuevo León, a la cual asistieron cerca de 18 mil personas.
Como a lo largo de toda su campaña ,Xóchtl Gálvez apeló al desencanto e incluso al temor que existe en algunos sectores de la población por cómo ha manejado el país la actual Administración y aseguró que “en Palacio Nacional están temblando porque, la gente ya se cansó de sus mentiras”. Además, criticó la superficialidad con que, en su opinión, ha gobernado Movimiento Ciudadano En su breve discurso Xóchitl Gálvez resumió su agenda política bajo el lema “Vida, Verdad y Libertad”.
Más tarde, Xóchtl Gálvez se retiró a Tepatepec,
Hidalgo, para pasar los últimos momentos de su campaña en el pueblo donde
nació.
Por desgracia, la violencia lastimó todo el proceso electoral, que ya es el más sangriento de la historia, incluso hasta el último momento. Apenas ayer, segundos antes de subir al templete para su cierre de campaña, le dispararon en la cabeza a Alfredo Cabrera, candidato del PAN, PRI, y PRD a la alcaldía de Coyuca de Benítez, Guerrero. También hubo un atentado en el cierre de campaña de Rosalinda López García, la candidata de Morena a la alcaldía de Matías Romero, en Oaxaca, donde se reportó un herido
Estos atentados no sólo son el símbolo de nuestra democracia asediada por el crimen organizado, sino del país entero. No importa a qué partido apoyemos, en estas campañas ha quedado claro que todos los mexicanos coincidimos en que el problema más urgente es el de la inseguridad y el narcotráfico. Todas y todos los candidatos prometieron que pacificarían al país. Gane quien gane, es indispensable que cumplan su palabra.
Han sido unas campañas electorales larguísimas, feroces y sangrientas. Tal vez como nunca antes, la división que han provocado ha llegado a afectar incluso las relaciones con amigos y familiares. Es normal que, después de una experiencia así, haya desaliento, desencanto y escepticismo. Pero, por fortuna, ya terminaron. Ahora nos queda meditar nuestro voto, acudir a las urnas el domingo y, a partir del lunes, trabajar para que las cosas cambien.
Yo soy Adela Micha.